CIUDAD DE MÉXICO. – ¿Qué hay más allá de nuestra galaxia? es una de las preguntas que más han ocupado a los astrónomos y al ser humano en general, a través de la historia. La curiosidad por estudiar y conocer qué hay afuera de nuestro planeta, más lejos de nuestro sistema solar o en los confines del universo siempre ha ido en aumento, en esta ocasión los ojos e interés de los amantes del cosmos están en el Gran Atractor.
La carrera espacial solo marcó el inicio del deseo por conquistar el espacio, pero a medida que se pudo conocer más allá de los límites de la galaxia y entre más descubrimientos pudieron alcanzar los astrónomos, quedó claro que no se podía ‘conquistar’ nada. El universo nos tiene ‘atrapados’.
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Y es que la inmensidad de este es inimaginable y hasta el momento inalcanzable, millones de años luz nos separan de estrellas, galaxias, supernovas o de misterios que simplemente no se han descubierto, pero en esta ocasión los astrónomos determinaron que la Vía Láctea, junto a muchas más, están viajando directo al Gran Atractor.
Según los astrónomos que han dedicado su vida a estudiar el espacio desde hace décadas, así como los que han tomado la batuta de sus antecesores, la Vía Láctea viaja aproximadamente a 600 kilómetros por segundo a través del universo.
Desde la década de los años 70 en el siglo XX, los científicos determinaron que en el universo existía una ‘gran fuerza’ que estaría atrayendo a grupos de galaxias (ahora conocida como Gran Atractor), como la nuestra, y que el origen de esta sería el destino final de la Vía Láctea.
“Nuestra galaxia va en dirección a algo que no podemos ver con claridad. El punto focal de ese movimiento es el Gran Atractor, el producto de miles de millones de años de evolución cósmica”, aseguró en entrevista con BBC Mundo Paul Sutter, profesor de astrofísica en la Universidad Stony Brooks, de Nueva York.
De llegar al Gran Atractor, nuestra galaxia, con el Sistema Solar viviendo dentro de ella, sería devorada por este y así terminaría su inconmensurable viaje a través del universo, después de millones de años de existencia. Aunque para Sutter, este evento podría quedarse solo en la teoría y jamás suceder.
“Nunca llegaremos a nuestro destino porque, en unos miles de millones de años, la fuerza aceleradora de la energía oscura destruirá el universo”, explicó el cosmólogo asesor de la NASA.
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De acuerdo a la explicación que ofrece la NASA, la energía oscura es una misteriosa fuerza que permea el cosmos y acelera la expansión del universo, lo que quiere decir que las galaxias se separan cada vez más unas de otras, de esta manera en millones de años se destruirá la estructura del universo como la conocemos hasta ahora.
“Dentro del estudio del universo es muy importante conocer cómo está organizado, porque está arreglado a partir de estructuras que tienen unos tamaños y conocer cada una de ellas y su dimensión ayuda mucho en ese empeño”, aseguró Carlos Augusto Molina, astrofísico colombiano que trabaja en el Planetario de Bogotá, a BBC Mundo.
Gracias a la tecnología y los telescopios que se lograron desarrollar, los astrónomos cada vez tuvieron mejores herramientas para estudiar el universo y llegar más lejos, así como para confirmar las teorías de que las galaxias iban hacia un destino final, el Gran Atractor.
“Hacia la década de 1970 comenzamos a estudiar el movimiento de nuestro Sistema Solar, de nuestra galaxia, y lo comparamos con el movimiento de otras galaxias cercanas y todo parecía ir en la misma dirección de la expansión del universo.
“Sin embargo, los astrónomos comenzaron a notar algo curioso: parecía haber una vaga direccionalidad además de ese movimiento expansivo, como si todas las galaxias cercanas a nosotros también se dirigieran hacia el mismo punto focal”, detalló Paul Sutter.
El Gran Atractor, se encuentra en un supercúmulo de galaxias llamado Laniakea, tiene la capacidad de absorber todo lo que se encuentra en un radio aproximado de 300 millones de años luz; la Tierra se encuentra a 200 millones de años luz.
Con información de BBC News y National Geographic