El proceso de paz de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), contempló movilizaciones y desarme voluntario lo que abrió paso a una metamorfosis poco esperada: su instauración como partido político en Bogotá, iniciando una carrera por la lucha política que inicia ahora.
Pasó de llamarse Fuerza Armada Revolucionaria de Colombia a Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común. A pesar de su renovación accionaria, la opinión pública colombiana se pregunta si es buena idea dejar las mismas siglas que le identificaron durante años como un movimiento armado e insurrecto a un movimiento político que representa una alternancia.
El cambio de nombre definitivo, se dio en un comicio interno por un conjunto de ex guerrilleros, ahora delegados. Muchos abogaban por nombrarlo: nueva Colombia, la elección no fue fácil ya que generó un debate interno acalorado, según fuentes de la nueva FARC.
*Foto: el despertar de Oaxaca
“A mí me hubiera gustado que se llamara Nueva Colombia, ya que me parece que manda un mensaje de renovación, algo nuevo donde debíamos dejar la guerra a tras”, expresó a la BBC uno de los más añejos e históricos dirigentes del movimiento, Jorge Torres Victoria alias ‘Pablo Catatumbo’.
Insistió en que en el pensamiento y memoria de los colombianos las siglas de FARC siguen muy apegadas al enfrentamiento armado, la insurrección y la guerrillerada, sin embargo en las bases tiene un significado histórico y auténtico.
Fidelidad a la esencia
“El hecho de mantener las siglas de FARC, es una clara evidencia de que sus miembros aún apuestan a la continuidad esencial del movimiento”, resaltó el académico Alex Fattal, profesor de los Medios de Comunicación de la Universidad de Pensilvania.
Según Fattal, esto se debe a garantizar el apoyo antes guerrillero, ahora político, de sus simpatizantes tradicionales para preservar su unidad y tomar fuerza política en las urnas, sin renunciar a su pasado guerrillero y polémico dando un mensaje de lealtad y continuidad.
Lo más interesante es que encuestas de opinión y el análisis de expertos políticos indican que las FARC podría tener mayor credibilidad y apoyo por parte del electorado colombiano que los convencionales y desacreditados partidos políticos.
*Foto: Diario Correo
Fattal predice que las FARC irá dirigido a los sectores populares y marginados, donde la desigualdad y las carencias económicas será el orificio donde embone la retórica de las nuevas FARC. “Seguirá siendo un grupo revolucionario, no reformista”, detalló.
Insistió en que las FARC mantendrá su dedo sobre el renglón de la izquierda pura y radical, aunque ya no por medio de la violencia. Mantendrán sus postulados basados en las premisas marxistas, una ideología típica de los movimientos políticos de izquierda en todo el mundo.
Aún es incierto el éxito político de las FARC en Colombia, sin embargo demostraron que el cambio y las transiciones de la vida social pueden integrarse a la vida democrática de manera pacífica. Si primer prueba electoral será en las legislativas de marzo en 2018.