¿Duele introducirla? ¿Cuánto tiempo puedo usarla? ¿Se derrama y mancha la ropa? Estas y muchas más preguntas son comunes cuando hablamos sobre copas menstruales o vaginales, aquellos dispositivos que han tenido un boom en los últimos años como alternativa para la menstruación. Aquí te decimos lo que tienes que saber sobre ellas.
Como muchas otras mujeres, conocí las copas menstruales hace relativamente poco tiempo. Me preguntaba: «¿cómo puede ser que cientos de mujeres hablen maravillas de este producto que ni siquiera he escuchado mencionar?». Fue por mis amigas que pude resolver muchas de mis dudas e inquietudes, hasta que decidí probarla.
Pero vamos por pasos:
¿Qué es la copa menstrual?
Las copas menstruales, copas para la regla o copas vaginales son pequeños recipientes hechos principalmente de silicona médica o TPE (elastómero termoplástico). La copa se inserta en la vagina durante la menstruación para depositar el flujo menstrual.
A diferencia de los tampones y las toallas sanitarias que conocemos, la copa menstrual no absorbe la sangre, sino que la almacena para después retirar la copa y vaciar el fluido.
¿Y desde cuándo existen?
Aunque nos pueda parecer un invento bastante nuevo producto de las mentes millennials, las copitas tienen una historia que podemos rastrear desde varios años atrás.
Tenemos noción de la creación y circulación de copas menstruales desde el año… ¡1867! A pesar de este antecedente, se comienzan a producir de forma industrial aproximadamente en la década de 1930, con la primera patente en 1932 a nombre de L. J. Goddard.
Fue Leona Chalmers, en los Estados Unidos, la que patentó la siguiente copa bajo el nombre de Tass-ette, la cual estaba hecha de caucho vulcanizado, y se tiene registro de otras patentes en 1935, 1937 y 1950.
Ilustración de la copa patentada por Chalmers en 1935. (Foto: Menstrualcup)
Después de la Segunda Guerra Mundial, las copas se volvieron a fabricar en EUA, pero en 1963 se detuvo su producción por la falta de rentabilidad y la escasez de látex, así como porque las usuarias consideraban que era demasiado grande y rígida, esto aunado a las ideas que existían en torno a los genitales, el tabú del sangrado menstrual y la salud íntima femenina.
Sin embargo, en 1987 apareció en el mercado la copa menstrual de látex, reutilizable y con tamaños. A partir de ahí, la copa menstrual se ha abierto camino a contracorriente en el mundo del cuidado de la mujer. Actualmente existen muchas marcas, tamaños y colores especiales para cada mujer.
Regresemos a lo que nos ocupa…
2. ¿Cómo se usa?
A varias les preocupa sobre todo esta cuestión. ¿Cómo se usa? ¿Cómo se coloca? ¿Duele colocarla?
Los pasos a seguir cuando la colocas son los siguientes:
1. Lava bien tus manos. No importa si es la primera vez que vas a usar la copa o si ya has tenido más períodos menstruales con ella, tienes que hervirla antes de colocarla. Métela en agua hirviendo durante cinco minutos, sácala y espera a que esté fría.
2. Dobla la copa: para introducirla a tu vagina tendrás que doblarla. Existen muchas formas que puedes encontrar en Internet, sin embargo, la más común es en forma de “c”. Agarra tu copa con los dedos para que mantenga esa forma y puedas colocarla.
3. Encuentra una posición cómoda. Se recomienda estar casi en cuclillas, con una pierna sobre un objeto más alto o acostada. Al principio puede ser un poco complicado introducirla, pero con el tiempo se vuelve muy fácil. Moja tu copa para que ésta pueda entrar fácilmente, incluso puedes usar lubricante si tienes problemas para meterla.
Posiciones para colocar la copa. (Fuente: Opciones menstruales)
4. Ubícala en la entrada vaginal. Agarrándola en forma de “c”, empuja la copa con tus dedos para que entre hasta el fondo. Una vez que logres introducir la parte de arriba de tu copa (la abertura), con los dedos empújala desde abajo (desde el pivote o esa colita que está en la parte inferior de la copa). Recuerda que toda la copa debe estar dentro del canal vaginal.
5. Verifica: Mete un poco los dedos en tu canal vaginal e identifica la “colita” o tallo de la copa y trata de girar la copa. No te preocupes, vas a sentir si está bien colocada, esta no debe ser fácil de mover.
Ojo: no te preocupes, la copa no se puede “ir” o perderse dentro de ti. Tenemos esa parte de nuestro cuerpo que se llama cervix. La copa no puede perderse en tu interior, no es tan profundo allá dentro. Haz la prueba.
Cómo colocar y asegurar la colocación de la copa menstrual. (Foto: Mujer Bien)
6. ¡Espera! Ahora que tienes la copa dentro, es cuestión de esperar a que se llene. Pueden pasar 4, 6 y 8 horas, eso depende de tu flujo, pero se recomienda no traerla más de 12 horas dentro.
No… nuestra sangre no es insalubre. No te va a dar una infección por tener la copa con el flujo dentro de ti durante esas horas, la sangre se oxida al contacto con el oxígeno.
Y no, tampoco es común que se derrame. Como ya dijimos, la copa va a variar de tamaño según tus necesidades, entonces es muy difícil que se llene, a menos que la dejes muchísimas horas. Si es el principio de tu período y sabes que sangras mucho, trata de removerla cada cuatro horas, con eso es más que suficiente.
7. Retira la copa. Una vez que hayan pasado algunas horas es hora de quitarla. Lava bien tus manos antes de hacerlo. Para sacarla puedes estar de pie, puede ser de nuevo con la pierna alzada o casi en cuclillas, incluso puedes estar sentada en el escusado. Mete tus dedos al canal vaginal (no necesitas meterlos mucho, ahí va a estar tu copa). A veces es recomendable pujar un poco para acercar el tallo. Jala un poco de éste para irla moviendo hacia la salida y cuando éste se encuentre afuera, con dos dedos presiona suavemente la copa, esto hará que se rompa el efecto de vacío que hacía en tu interior. Sácala despacio.
¡Esto no se convierte es una película de terror! A diferencia de lo que muchas creen, sacarla es más sencillo que meterla y no, no sale todo como una explosión. Cuando rompes el efecto de vacío con tus dedos la copa sale fácilmente y el líquido permanece dentro de ella.
8. Enjuágala. Si todavía estás en tu período es suficiente enjuagarla con agua y un poco de jabón neutro si éste está a la mano. Si ya terminó tu menstruación por este mes, vuélvela a esterilizar y guárdala en su empaque. ¡Y hasta la próxima!
9. Vuélvela a meter. ¡Ya sabes cómo! Con la práctica se vuelve cada vez más sencillo.
3. ¿Pero qué pasa si….? Preguntas frecuentes
Ahora una serie de preguntas y respuestas de las preocupaciones más frecuentes sobre este pequeño artefacto.
¿Podría tener SST u otras enfermedades?
No, hasta ahora no se tiene registro que el uso de la copa menstrual esté relacionado con el SST (Síndrome del Shock Tóxico), padecimiento que sí se ha relacionado con el uso de tampones o toallas femeninas y que puede ser mortal.
Tampoco se relaciona la copa con otras enfermedades o infecciones. El material no permite la proliferación de bacterias y, a pesar de que a muchas les puede causar desagrado, la sangre de nuestra menstruación no es sucia.
La copa no produce SST a comparación de los tampones. (Foto: Huffington Post)
¿Es compatible con otros métodos anticonceptivos?
Sí. La copa menstrual NO es un método anticonceptivo, pero usarla no perjudica en nada al uso de pastillas anticonceptivas, el DIU, el aro, los parches o cualquier otro método.
¿Existe mucho riesgo de mancharme?
Si no la colocas bien existe riesgo de mancharnos, pero es muy difícil que esto pase porque la copa se amolda a tu cuerpo y por el efecto de vacío que se forma una vez dentro de ti. Si eres primeriza te recomendamos usarla en casa y practicar cómo ponerla y quitarla antes de esperar el lapso de 8 a 12 horas recomendadas.
¿Puedo hacer deporte, ir a nadar o dormirme con ella?
¡Por supuesto! Como ya sabes, el efecto vacío hace imposible que se derrame el líquido (al menos que esté mal puesta o sobrepase las horas).
Puedes nadar, hacer ejercicio y dormir sin ninguna preocupación por esas manchas que aparecían en los momentos menos indicados. Incluso podrías pararte de manos y no se va a escurrir, de hecho todo será mucho más cómodo.
¿Cómo se orina?
Como mujeres es necesario que conozcamos y aprendamos más sobre nuestro cuerpo. La copa menstrual se inserta en la entrada vaginal, un lugar diferente al meato uretral, esa abertura por donde expulsamos la orina. Así que sí, puedes hacer “del baño” mientras tienes puesta la copa porque, para decirlo de alguna manera, todos son hoyos diferentes.
¿Cómo sacarla en lugares públicos?
Este es un punto importante para muchas mujeres que dudan en usar la copa. Como ya vimos, cuando extraemos la copa no se vuelve un regadero, por lo que expulsarla en un lugar público no quiere decir que vamos a manchar todo.
Si pasan las horas en las que crees que ya se llenó tu copa y estás en la oficina, en la escuela o donde sea que estés, ve al baño con confianza. Presiona y saca la copa suavemente, vierte el contenido en la taza. Con un poco de papel limpia tus dedos. Puedes meter una botellita con agua o unas toallitas húmedas para limpiar tu copa. Una vez limpia, vuélvela a introducir. Sal y lava bien tus manos. ¡Es más fácil de lo que piensas!
No es tan difícil de colocar como parece. (Foto: Pinterest)
¿Duele ponerla o quitarla? ¿Se siente incómodo usarla?
Al principio sí es incómodo colocarla, pero no roza ni mucho menos rasga tus paredes. Al sacarla y romper el efecto de vacío incluso puede sentirse un poco chistoso.
Si la colocas correctamente, puede que se te olvide por completo que la traes. Es cómoda y no interfiere con ninguna de tus actividades, a menos de que tengas relaciones sexuales, en ese caso, retírala.
Si tienes dudas más específicas puedes consultar a un especialista que te dirá lo que es ideal para tu cuerpo.
Pues ahora ya lo sabes, la copa menstrual es una alternativa ecológica, económica y saludable para vivir de otra manera un proceso que las mujeres pasamos mes con mes.
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