A pesar de que la Secretaría de Comunicaciones y Transporte, a través del Gobierno federal, invirtió la jugosa cantidad de 115 millones de pesos para la certificación de calidad del Paso Express, la estructura se colapsó, la tierra se abrió y padre e hijo murieron el pasado 12 de junio.

De acuerdo con El Universal, un sitio que se desprende del Instituto Nacional de Acceso a la Información reveló que uno de los desembolsos más fuertes estuvo destinado para tres empresas que se encargaron de «supervisar y revisar la calidad en los trabajos de construcción».

En total, desarrollo Integral y Productividad Empresarial SC cobró 10 millones 193 mil 605; Desarrollo de Ingeniería Civil y Tecnológica SA, obtuvo 42 millones 573 mil 106 pesos por supervisar las obras realizadas por terceros y Sacc Ingeniería SA de CV, recibió 62 millones 810 mil 252 pesos por el proyecto de ampliación.

*Foto: Animal Político.

Los contratos publicados comprueban toda la lana que soltaron para obtener ese certificado de calidad, que jamás debió entregarse, pues no era suficiente para evitar una tragedia. Apenas tres meses después de su inauguración, la obra de 14 kilómetros y 2 mil 213 millones de pesos se abrió en un socavón de10 metros de diámetro y se tragó a Juan Mena López y Juan Mena Romero.

Desde un principio, se advirtió sobre la pésima calidad de la obra, como un muro señalado por los habitantes del poblado de Chipitlán. Era evidente que colapsaría porque jamás fue reemplazado por uno nuevo y se hallaba debajo de un caudal de agua.

Protección Civil del Gobierno de Morelos también hizo un llamado de atención, pues identificaron varias zonas de riesgo a lo largo de la construcción, ya que no contaba con las defensas metálicas en esas áreas peligrosas.

*Foto: Alto Nivel.

Por si fuera poco, la Secretaría también destinó 277 millones de pesos para las obras de drenaje, lo que resulta una incongruencia pues los encargados de la obra aseguraron que había sido culpa, precisamente, de las fuertes lluvias de la temporada y de fallas del drenaje.

El secretario de la SCT, Gerardo Ruiz Esparza, sentenció que el hoyo en la tierra había sido producto de «las lluvias atípicas de tres días, así como del arrastre de la basura por una creciente de 8 metros».

Sea como sea, esa estructura para transportar agua también formaba parte de la obra, así que no hay excusa válida y menos tomando en cuenta ese gasto, extraído de nuestros impuestos.

*Foto: El Sol de Cuernavaca.

Varios medios nacionales replicaron las quejas y denuncias de los vecinos, quienes principalmente rechazaban la filtración de agua y la formación de agujeros en diferentes puntos. Pero las autoridades jamás los escucharon.

La construcción se presentó como innovadora, como una obra que permitiría cruzar Cuernavaca en tan sólo 10 minutos para conectarla rápidamente con la autopista México-Acapulco.

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