Los seres humanos deberíamos ser tratados de la misma manera y tener oportunidades iguales, sin importar el sexo de cada uno. Pero la triste realidad no es así y para que hombres y mujeres alcancen la igualdad de género faltan más de 100 años, según el Foro Económico Mundial.
Según un reporte emitido por el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), México ocupa el lugar número 66 de 142 países analizados sobre la brecha de género.
Este organismo internacional alertó que de 2015 a 2016, el proceso a nivel mundial para conseguir la igualdad de género se ha desacelerado. De seguir esta tendencia en el mundo, los hombres y las mujeres no recibirán un trato igualitario hasta el año 2186.A menos que la ciencia avance lo suficiente y podamos vivir más de 100 años, no alcanzaremos a ver un mundo libre de discriminación en contra de las mujeres. Triste realidad. El año pasado nuestro país ocupaba el lugar número 71, es decir, avanzó cinco lugares.
Pero definitivamente este ligero ascenso no es para celebrar, ya que a nivel Latinoamérica, México ocupa el lugar número 14, de 25 países. Discriminación, feminicidios, crímenes de odio, acoso y falta de oportunidades son sólo algunas de las cosas que han frenado a nuestro país.
Los primeros lugares latinoamericanos los ocupan Nicaragua, Bolivia y Cuba, mientras que a nivel mundial, Islandia, Finlandia y Noruega son los países en donde las mujeres tienen igualdad de oportunidades en participación económica, educación y empoderamiento político.Según WEF, la peor área de México es en la proporción de mujeres trabajando en ámbitos profesionales y técnicos. De hecho, según este organismo, nuestro país es el que menos ha trabajado para revertir esta situación.Nuestro país y nuestras autoridades deberían tomar muy en cuenta este reporte para trabajar en políticas públicas que se enfoquen en erradicar la mentalidad machista que prevalece en gran parte de los mexicanos.
Políticas públicas que nos enseñen que una mujer puede ser presidente de un país, directora de cualquier empresa, taxista, obrera, abogada, ingeniera… Y lo que se le antoje, porque es igual de humana que cualquier hombre.
Tal vez, con el esfuerzo necesario, nuestros hijos sí alcancen a vivir en un mundo equitativo.
*Con información de: Expansión
