Ocultar una vida de crímenes y evasiones fiscales debajo de una sotana fue el sello característico del padre Marcial Maciel Degollado, fundador de los Legionarios de Cristo, organización que durante dos décadas ocultó millones de dólares a través de paraísos fiscales.

“Paradise Papers”, una investigación del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), donde participaron más de 400 periodistas de distintos países, reveló la existencia una larga lista de líderes mundiales, personalidades reconocidas y funcionarios internacionales involucrados en uno de los casos de evasión fiscal más grandes del globo.

Dentro de estas publicaciones, el periodista Raúl Olmos, integrante de la organización Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad, detalló cómo el padre Marcial Maciel, junto a su círculo más íntimo de colaboradores, evadió millones de dólares a través de empresas offshore a las espaldas del Vaticano y de gobiernos internacionales.

Según el texto, Maciel aprovechó su cercanía con el Papa Juan Pablo II para abrir cuentas bancarias en paraísos fiscales en Bermudas e Islas Vírgenes para enriquecer su imperio “educativo” sin pagar un solo centavo al fisco.

Las investigaciones apuntan que el fundador de los Legionarios estableció su primer paraíso fiscal en Bermudas en noviembre de 1994, a través de la sociedad International Volunteer Services, con una tasa de cero por ciento en captación y dividendos. En esas fechas, el líder de los legionarios tenía una relación muy sólida con el Papa Juan Pablo II, quien lo felicitó a través de una carta el 15 de noviembre de ese año por cumplir 50 años de servicio en el sacerdocio.

A mediados de la década de los 90, anualmente la Red de Universidad Anáhuac —dirigidas por los Legionarios—recibía alrededor de 300 millones de dólares, de los cuales no pagaba impuestos, además de que contaban con un apoyo total del representante del Vaticano, mientras que a espaldas de la organización religiosa, nadie tenía el conocimiento de sus abusos sexuales contra menores de edad y de sus hijos concebidos con diversas mujeres.

Los investigadores de “Paradise Papers” encontraron en los archivos que la Internacional Volunteer Services formaba parte de la estructura financiera de la firma Appleby, un proveedor de servicios legales offshore, conocidos internacionalmente como “el círculo mágico en alta mar” por los beneficios fiscales que proporcionaba a sus clientes de altos capitales en países extranjeros donde los impuestos son extremadamente pequeños o nulos.

El dinero de estas cuentas era controlada por Maciel y sólo su círculo secreto de personas conocía de estas cuentas multimillonarias; entre ellos sacerdotes, laicos consagrados y rectores de las universidades vinculadas a la congregación religiosas.

La investigación también informó que Maciel tenía acceso libre a los recursos millonarios de los Legionarios, organización dependiente del Vaticano, sin embargo, el dinero era controlado por las personas de confianza del fundador de los Legionarios hasta la muerte del Papa Juan Pablo II.

Así funcionaba la triangulación de dinero entre Los Legionarios y los paraísos fiscales (Foto: Mexicanos contra la corrupción)

Para abril del 2005, una nueva administración llegó y las investigaciones por pederastia contra Maciel provocaron una tensión al interior del Vaticano. Benedicto XVI ordenó indagar y encontró una larga lista de inconsistencias fiscales y en contra de la leyes religiosas. Para mayo del 2006 ordenó al fundador de los legionarios que se retirara del sacerdocio al comprobarse una decena de abusos sexuales contra novicios durante más de 50 años y por asumir identidades falsas para seducir a dos mujeres con las que tuvo tres hijos.

El 2 de febrero del 2006, tres meses antes de su retiro forzado, los Legionarios cerraron las cuentas bancarias en Bermudas y ordenaron disolver las relaciones con Appleby, un acto para ocultar dos décadas de abusos fiscales para borrar los crímenes de Maciel.

El fundador de los Legionarios falleció el pasado 30 de enero del 2008, pero en el “edén” todavía se le investiga por su vida criminal detrás de una de las estructuras educativas que tienen hoy en día un poder económico similar al que tiene el propio Vaticano.

Ante estas revelaciones, la Oficina de Comunicación Internacional de los Legionarios de Cristo se deslindó de estas empresas que se encuentran asentadas en paraísos fiscales y acusaron a Maciel de crearlas a sus espaldas, pero explicaron que ya se encuentran totalmente cerradas.

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