Dicen que el amor lo puede todo y que no hay barrera que lo impida, pero lo que no nos han advertido es que seguir los impulsos de nuestros corazones podría costarnos el trabajo, como le ocurrió a un espía alemán.Su nombre se mantiene en secreto, pero se sabe que este espía pertenecía al Servicio Federal de Inteligencia alemán, Bundesnachrichtendienst, conocido más popularmente como BND.
él era el jefe de la estación que la agencia tiene en Riga, capital de Letonia, cuando el amor tocó a su puerta y comenzó a salir con una mujer de esa ciudad, a pesar de que la agencia de inteligencia tiene prohibido que los espías tengan relaciones afectivas con las personas de las regiones a donde son enviados para cumplir con sus misiones.
Cuando la agencia de investigación comenzó a notar comportamientos sospechosos en su espía, le envío en reiteradas ocasiones advertencias y recordatorios de los reglamentos que tenía que cumplir si no quería ser castigado.Pese a eso, el espía enamorado decidió mantener en secreto su relación amorosa, hasta que su noviazgo pasó a un siguiente nivel y decidieron vivir juntos.
En ese momento se vio obligado a informar sobre su cambio de residencia y que viviría junto a su enamorada Letona.
BND le pidió que reconsiderara su decisión y se olvidara de amores extranjeros para que pudiera cumplir con su trabajo y no pusiera en riesgo las investigaciones, pero el espía defendió al amor.
Incluso dio todos los datos de su pareja para que la agencia la investigara exhaustivamente y comprobaran que su relación amorosa no era un peligro para su trabajo.Al ver su insistencia, sus superiores dieron por terminada la misión en Letonia y le pidieron al espía que regresara inmediatamente a Alemania, pero tampoco eso impidió que el amor siguiera adelante.
El hombre utilizó su último recurso: pedir licencia médica argumentando que no podía salir de Letonia por problemas de salud.
Esto provocó que la agencia BND los despidiera.La agencia informativa DPA informó este jueves que el ahora exespía interpuso una demanda en contra de BND y exigió 422 mil dólares para compensar su despido injustificado, pero la corte regional de Múnich, en Alemania, exoneró a la empresa y ordenó que el hombre enamorado pagara todos los gastos legales que el juicio le había costado a la agencia de espionaje.Ahora el que fuera jefe de una estación de espionaje se encuentra sin trabajo, endeudado, pero bien acompañado de la mujer que le robó el corazón durante su misión en Letonia.
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