La presente campaña presidencial francesa fue inédita por los resultados tan reñidos, las pretensiones polÃticas, los hechos terroristas que la enmarcaron y las reformas judiciales. La primera vuelta de los comicios en Francia se desenvolvió en un ambiente de regeneración social.
Por primera vez en la actual ‘Quinta República’, ningún candidato de las dos potencias polÃticas más importantes de derecha e izquierda durante los últimos 60 años pasó a una segunda vuelta de elecciones para la presidencia del gobierno.
Los resultados de los dos partidos con mayor tradición polÃtica quedaron de la siguiente manera: Benoît Hamon, del Partido Socialista con 6.4 por ciento de los votos y François Fillon, del Partido Republicano con 20 por ciento de votos. Esto significa que uno de cada cuatro electores apoya a las dos fuerzas polÃticas que han compartido el poder desde 1958.
Otro dato inédito se refiere a que los dos candidatos vencedores de la primera vuelta, se enfrentarán en las urnas en menos de dos semanas, negándose a formar parte de la vieja separación entre la izquierda y la derecha polÃtica.
Panorama electoral
Con base en los resultados de la primera vuelta, Emmanuel Macron representó la posición central de las tendencias rompiendo la tradición polÃtica francesa con el movimiento ‘¡En Marcha!’ que recibió un 24 por ciento de los votos y pretende romper las diferencias entre izquierda y derecha para crear una unificación polÃtica nunca antes vista en Francia.
Marine Le Pen, por su parte, representa la clase conservadora francesa y su polÃtica antiinmigrante le ha creado una fama de populismo con fines electorales. Rechaza, a pesar de su evidente derechismo, la división entre las facciones, sin embargo pretende sustituir la competencia izquierda/derecha por una disputa ideológica entre los denominados ‘patriotas’ y ‘universalistas’.
De cara a esta segunda vuelta, Emmanuel Macron tiene cierta ventaja sobre Marine Le Pen, el resultado de la primera vuelta se redondeó con el 62 por ciento de los electores con preferencia en Macron y el 38 por ciento con Le Pen, según datos de Reuters.
División social Como nunca antes se habÃa visto en Francia, la división social osciló entre una “sociedad abierta” (representada por jóvenes y sectores incluyentes) y la “sociedad de reajuste nacional” (representada por clases conservadoras que buscan un nuevo giro polÃtico). Los reajustes de las democracias avanzadas han dado la vuelta al mundo: Brexit en el Reino Unido, el triunfo de Trump y la victoria de Van der Bellen en Austria, por ejemplo.
Las potencias occidentales están sufriendo una reorganización que apunta hacia los viejos aparatos gubernamentales. Este fenómeno creó una nueva forma de división social, plasmada en los ejercicios electorales.
La izquierda radical, encabezada por la candidatura de Jean-Luc Mélenchon, (19.6 por ciento de los votos), y el diseño de una nueva estructura legislativa para poner en marcha las reformas económicas y sociales son los dos principales retos de Macron en caso de ganar los comicios. ”Quiero romper con el sistema incapaz de reformar a Francia desde hace más de 30 años”, afirmó el candidato centralista quien se perfila como favorito para ocupar la presidencia del gobierno.
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