Ronny Jackson, el médico oficial de la Casa Blanca, dice que la salud del presidente Donald Trump es “excelente”, que no existe ningún indicio de que sufra problemas mentales, neurológicos y cognitivos luego de que el mandatario se sometiera a un test de evaluación cognitiva de Montreal (MOCA), donde obtuvo la máxima calificación.
Pero las pruebas no representan ninguna complejidad en sus cuestionamientos. Trump tuvo que identificar animales a través de dibujos, pintar un reloj, memorizar una lista de cinco palabras, dar un golpe en la mesa cada vez que la letra “A” fuera enunciada, o identificar el día de la semana en el que se encuentra. Pero ¿esa prueba es un verdadero indicador de salud mental?, ¿cancela los las sospechas de que padece de sus facultades mentales?
Detalles del simple test al presidente. (Foto: MOCA)
La duración del examen médico fue de diez minutos y su función principal fue detectar si el ejecutivo federal sufre de pérdida de memoria o falta de atención, así como poca concentración en la toma de decisiones en funciones ejecutivas, uso del lenguaje, habilidades visuoconstructivas, intelectualidad, cálculo y orientación.
Y aunque es muy prematuro dar los detalles del examen, el doctor Jackson dijo que en términos generales, el presidente de 71 años goza de buena salud física y mental.
«Este tipo de exámenes son más comunes en personas mayores de 65 años, para conocer los detalles neurológicos. Si no lo supera… ya veremos», dijo Jackson, quien puntualizó que solamente la opinión y coincidencia de varios especialistas puede determinar si sufre o no de problemas mentales, psicológicos y neurólogos.
El mismo Trump solicitó someterse a dicha prueba en medio de las acusaciones en contra de su salud mental y facultades cognitivas que se desataron tras la publicación del libro Fire and Fury, del periodista Michael Wolff.
Esta es la primera vez que un presidente en funciones hace la evaluación por elección propia. En cuanto al chequeo médico, Jackson afirmó que de no haber abusado de tantas hamburguesas y refresco de cola, el presidente podría vivir hasta 200 años: «Su salud cardiaca es inmejorable, en parte porque nunca ha fumado ni bebido, pero sí debe bajarle a los refrescos de cola», aseguró entre risas.
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