Alguna vez nos hemos cruzado con comentarios como “ese de ahí parece gay”, cuando los escucho he llegado a preguntar ¿cómo es qué lo sabe? Tal vez sólo se trate de una suposición homofóbica, sin sentido ni sustento, pero la tecnología crece tanto que esos comentarios pueden estar próximos a ser verdad.
Según un estudio, hecho por investigadores de la Universidad de Stanford, nuestra orientación sexual se puede comprobar sólo con las facciones del rostro. Con esa primicia los científicos lograron desarrollar un algoritmo de reconocimiento facial que ha mostrando resultados sorprendentes al ser capaz de deducir la orientación sexual de las personas con un 91 por ciento de efectividad.
*Foto: Vix
En el estudio, publicado en la revista Journal of Personality and Social Psychology, se usó una muestra de 35 mil imágenes de hombres y mujeres sacadas de un portal de citas. A partir de esas fotografías, los investigadores se dedicaron a extraer varias características faciales usando las llamadas “redes neuronales profundas”.
Gracias al proceso de aprendizaje profundo se pudo encontrar que los hombres y las mujeres que son homosexuales tienden a tener «expresiones, estilos en el cuidado personal y rasgos faciales de género atípicos».
Pero esos no son los únicos rasgos que se encontraron. El análisis también logró identificar ciertas tendencias a nivel de fisionomía, como que los hombres gay suelen tener mentones estrechos, narices más largas y frentes más grandes, respecto a los hombres heterosexuales. Por su parte las mujeres lesbianas se encontró que tienen mandíbulas más anchas y frentes más pequeñas.
Después de meses de estudios y análisis, la inteligencia artificial encargada de identificar los géneros fue puesta a prueba. Con una sola imagen de una persona, el algoritmo creado fue capaz de deducir correctamente la orientación sexual del sujeto en un 81 por ciento de las veces en el caso de los hombres; en el caso de las mujeres se pudo acertar en un 74 por ciento.
*Foto: El Español
Al darse cuenta que la primera prueba había sido un éxito, se llevó a cabo una segunda etapa donde la inteligencia artificial pudo analizar hasta cinco imágenes distintas de cada persona. En ese test el grado de acierto aumentó hasta el 91 por ciento en el caso de los hombres y 83 por cienro en el de las mujeres.
«Las caras contienen mucha más información sobre nuestra orientación sexual de la que puede ser percibida e interpretada por el cerebro humano», aseguraron los autores a Journal of Personality and Social Psychology.
Aunque los resultados son sorprendentes, los investigadores y defensores de los derechos humanos y homosexuales aseguran que esa tecnología es un arma de doble filo pues con todas las fotografías disponibles en redes sociales o bases de datos de empresas y gobiernos, estas podrían ser usadas para detectar la orientación sexual de las personas sin su consentimiento. Esto claramente podría dar pie a discriminaciones o incluso violencia a la comunidad homosexual.
Al final es bueno poder crear nuevas tecnologías que ayuden al ser humano, pero queda en nosotros reflexionar los límites y usos de esta.
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