Un nuevo estudio psiquiátrico reveló que los pacientes suministrados con la sustancia psicoactiva presente en los “hongos mágicos”, fue capaz de disminuir las molestias e incrementar los grados de positividad en pacientes con cáncer terminal.
El compuesto psicodélico recibe el nombre de psilocibina y no sólo produce alucinaciones sino que también podría llegar a ser empleada como tratamiento en casos de cáncer. Los participantes diagnosticados con cáncer avanzado recibieron una dosis media o alta con apoyo psicológico a la mano de “guías certificados” y tuvieron una reducción marcada en sus niveles de ansiedad y depresión.
Los resultados del estudio, publicado en la Revista de Psicofarmacología también reveló que seis meses después, alrededor del 80 por ciento de los participantes no regresaron a su estado inicial. En esencia, la mezcla de la psilocibina con una terapia psicológica eficaz, podría convertirse en un tratamiento farmacológico y psicosocial para la “angustia psicológica y existencial” relacionada con el cáncer.
También demostró incrementar el “bienestar espiritual”, la calidad de vida y mejoró las “actitudes respecto a la muerte” de los pacientes.
De acuerdo con The Independent, actualmente los tratamientos para enfermedades terminales consisten únicamente en “terapias psicológicas” y tratamientos farmacéuticos como antidepresivos. Sin embargo, la mayoría de los medicamentos, junto con la psicoterapia, “pueden tardar meses en empezar a hacer efecto” y no funcionan en todos los pacientes
Es común que las medicinas que requieren prescripción médica resulten “adictivas” y tengan “otros efectos secundarios”. Aunque es la primera vez que se hace un experimento con pacientes de cáncer, estudios antecesores descubrieron que la suministración de psicodélicos podría ser un paso fundamental para “soportar los cambios” mucho más rápido que sólo una terapia.
En el caso de la depresión y la ansiedad, la sustancia activa sirve como un receptor de serotonina, sustancia que funciona como neurotransmisor en la inhibición de la ira, la agresión y el sueño, entre otros impulsos: efectos negativos relacionados directamente con las personas deprimidas.
Además de la depresión, otro estudio publicado en la Fundación Beckley reveló que la psilocibina podría funcionar como una tratamiento para cesar la adicción al cigarro: el 80 % de los fumadores no fumaron ni un solo cigarro dentro de los siguientes seis meses.
En conclusión, esta investigación se suma a la colección de evidencia que dicta que el tratamiento psicodélico tiene potencial y podría ser la base de un nuevo modelo de tratamientos y salud mental.