En medio de la profunda crisis económica que atormenta a Venezuela, los habitantes de ese país buscan las opciones más baratas para alimentarse y matar el hambre de sus familias, a pesar de que riesgos mortales estén escondidos en esa comida que parece ser la salvación para unos, aunque los pueda llevar a la muerte.El alto precio de carbohidratos como la papa y el trigo provoca que las personas volteen a ver otras opciones, como la yuca, la cual es un tubérculo de un costo muy barato, de fácil cultivo y que además funciona bien para llenar los estómagos más hambrientos.Pero existe una variedad de este tubérculo conocido como “yuca amarga”, la cual contiene altos niveles de cianuro y que si no es tratada y cocinada de forma adecuada puede provocar desde intoxicación hasta graves fallas en órganos vitales como el hígado y el cerebro.
La yuca y la yuca amarga son tan similares que no hay una forma de diferenciarlas a simple vista; la única forma es poner la lengua en el centro de la raíz del tubérculo y poner atención a la sensación que se experimente: si la lengua comienza a adormecerse o se detecta un sabor amargo, definitivamente se trata de la variación mortal de la yuca.Las autoridades venezolanas están preocupada porque tienen reportes recientes de que el consumo de la yuca amarga en ese país se han incrementado y, por lo tanto, también el número de víctimas.El gobierno de Venezuela, encabezado por Nicolás Maduro, no ha publicado cifras exactas sobre intoxicaciones o fallecimientos provocados por la yuca amarga, pero el Servicio Autónomo de Contraloría Sanitaria “dedica esfuerzos a educar a la población para prevenir más caso de ingesta de yuca amarga”, según explicó la institución en un comunicado emitido para BBC.
El 23 de febrero el presidente Maduro pidió a los Venezolanos que tuvieran “cuidado con la yuca amarga”.
“Hay dos tipos de yuca, la amarga no se puede comer”, dijo el mandatario en un discurso. “En estos días alguien se comió una yuca amarga y tuvo problemas graves”.Según información de la Comisión de Salud de la Asamblea Nacional, entre noviembre de 2016 y marzo de 2017 28 personas han muerto como consecuencia de haber comido yuca amarga; estas cifras fueron obtenidas gracias a reportes no oficiales de la red Médicos por la Salud y medios de comunicación.Según el diputado de oposición José Manuel Olivares, desde mediados del año pasado se han reportado casos de pacientes adultos y niños que mueren luego de haber ingerido el tubérculo, el cual crece de forma silvestre y a menudo es comerciado por vendedores ambulantes a precios muy bajos.Ante tal situación, el estado de Monagas, en el nororiente de Venezuela, ordenó en agosto la prohibición de la venta informal de la yuca, pues justo en ese mes se registró la intoxicación de 30 personas y el fallecimiento de un adolescente de 16 años por ingerir la yuca amarga.
Pero a pesar de esta prohibición y la inspección en mercados, el consumo de este tubérculo asesino ha aumentado a nivel nacional, pues el hambre causada por la escasez y la pobreza es más grande que cualquier riesgo y restricción.
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