“¡Qué horrible quedó el cartel de ese festival!”, “¿Por qué nunca viene a mi ciudad mi banda favorita?”, son dos de las quejas más comunes que se leen o se escuchan de parte de las personas que aman la música y les gustaría ser parte del negocio de los conciertos para demostrarle a las grandes productoras cómo se deben hacer las cosas.
Pero para hacerlo hay grandes impedimentos, como la falta de contactos para poder llamar o escribirle directamente a las bandas o artistas que quieres traer para hacer un gran evento y, quizá la más importante, la falta de capital para asegurar el sueldo y boletos de avión que los músicos requieren para apartar una fecha.
Una posible solución para combatir este obstáculo sería pedir un préstamo al banco, pero si no cuentas con un historial crediticio amplio y sano, es probable que no te quieran prestar cantidades altas como para costear la organización de un concierto.
Buscar patrocinadores o inversionistas también puede ser útil, pero si no tienes resultados anteriores que te respalden, difícilmente darán su brazo a torcer. Pero si logras convencerlos, deberás estar preparado para pagar una tasa muy alta de intereses que podría devorarse tus ganancias o incluso meterte en una gran deuda que te perseguirá toda tu vida.
Ahora existe otra opción que podría ayudarte a cumplir ese sueño de traer a tus bandas favoritas, ser un empresario del negocio de la música y organizar eventos que hasta la promotora más grande de tu país envidiaría; se trata de Weeshing, una plataforma de crowfunding, es decir, de financiamiento colectivo, para que personas con un poco de capital inviertan en tu idea y el concierto que siempre has imaginado sea una realidad.
“México es una de las plazas más importantes del mundo en conciertos, pero vamos a entrar para mejorar el negocio de las promotoras y la experiencia de los asistentes”, afirmó en entrevista para Expansión Rodrigo Segal, uno de los cofundadores de este modelo de negocios que nació en Chile y ya tiene presencia en Argentina y Perú. Aunque sabe que es un negocio complejo, confía en que “si dan en el clavo, los beneficios serán enormes”.
En 2011 nació en México un modelo de negocio similar llamado “Bandastic”, sin embargo el gigante del entretenimiento CIE y su división de conciertos OCESA, aliado a Ticketmaster evaporó las posibilidades de que ese negocio creciera y prosperara.
La diferencia con Weeshing es que ya fue probada en otros países de Latinoamérica y en 19 meses operando han organizado 69 conciertos, obteniendo 2.3 millones de dólares de recursos y un rendimiento de hasta el 25 por ciento para los más de 600 accionistas que han ayudado a cumplir los sueños de personas que querían entrar al negocio de la música.
Sólo un concierto fue cancelado, el de la banda Molotov, en Chile, que no pudo presentarse por cuestiones personales; para ese evento se habían recaudado 25 mil dólares y el organizador fue acreedor a una tasa de interés del 2.76 por ciento como castigo.
Para evitar riesgos, los inversores tienen acceso a un análisis del éxito previo de las bandas o artistas, el cual es elaborado tomando datos que arroja Facebook, como cantidad de fans y personas interesadas en sus eventos, así como la cantidad de personas que asisten en promedio a sus presentaciones.
Weeshing entrará a México a más tardar a finales de este año y posteriormente buscarán entrar al mercado estadounidense, en donde tienen pensado establecer su centro de operaciones.
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