Los textos de Mitologías fueron escritos entre 1954 y 1956 por el semiólogo francés Roland Barthes; en el libro, del que se conoció hasta 1957, el lector puede encontrar dos decisiones: por una parte una crítica ideológica dirigida al lenguaje de la cultura de masas; por otra, un primer desmontaje semiológico de ese lenguaje. Acababa de leer a Saussure, escribe Barthes en el prólogo, y, a partir de él, tuvo la convicción de que si se consideraban las “representaciones colectivas” como sistemas de signos, se podría alentar la esperanza de salir de la denuncia piadosa y dar cuenta en detalle de la mistificación que transforma la cultura pequeño-burguesa en naturaleza universal.
Partiendo de esto, el Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC), en Ciudad Universitaria (CU), replica los métodos críticos del semiólogo y escritor francés Roland Barthes (1915-1980) para revertirlos sobre él mismo y extenderlos hacia una exploración del denso diagrama de relaciones entre literatura y colonialidad francesa.
En la exposición Vincent Meessen: Mi última vida. Una gramática africana a partir de Roland Barthes, Vincent Meessen, artista belga nacido en Baltimore, Estados Unidos, y residente en la ciudad de Bruselas, excava las historias post-coloniales y sus legados en disputa, así como su centralidad para el proceso intelectual y cultural de la modernidad. Sus obras, situadas en un cruce entre información e invención poética, tienen un valor híbrido que designa como “documentos de experiencia”. En películas, textos, intervenciones, fotografías, objetos y diagramas, Meessen ha desarrollado una poética de la re-lectura y la traducción, en la que el documento se transforma en experiencia y la experiencia en un vehículo de investigación.
Mi última vida… replica los métodos de apropiación y deconstrucción del mito y las ideologías modernas de Roland Barthes para revertirlos sobre él mismo. Barthes, que hizo de sí mismo un personaje de análisis en Roland Barthes, por Roland Barthes (1975), es explorado como un símbolo de la implicación de la historia del imperialismo francés y su propia crítica. El detonador del proyecto de Meessen es la portada de la revista francesa París Match, de 1955, que sirvió a Barthes para exponer los conceptos fundamentales de Mitologías (1957): la imagen de un joven cadete africano saludando a la bandera francesa, mediante la cual los lectores eran adoctrinados en las supuestas virtudes del colonialismo tutelar sobre el continente negro.
La exposición, que finalizaría el pasado 2 de febrero, se alarga hasta el próximo 23 del mismo mes en las Salas del MUAC y extiende la lógica de apropiación del trabajo de Barthes hacia una exploración del diagrama de relaciones entre pensamiento y literatura franceses y colonialidad, que invita al espectador a repensar la genealogía entera del pensamiento contemporáneo.