Una de las mayores tragedias nucleares de la historia se produjo un 26 de abril de 1986. La central de Chernobyl, que se encuentra a 120 kilómetros de la capital de Ucrania, hace 31 años escuchó una de las explosiones que cambiaría el mundo moderno.

En el cuarto bloque de la central nuclear, en la noche, una serie de factores provocó uno de los desastres humanos más grandes de la época. Chernobyl, siendo una de las centrales más grandes del mundo, experimentó un sobrecalentamiento del combustible que causó la destrucción del generador.

A la 1:24 horas de la madrugada se produjeron dos explosiones, la primera tuvo un brillo rojo de carácter químico, provocando la destrucción del techo de hormigón del rector que pesaba 1200 toneladas, y la segunda tuvo un brillo de color azul celeste de carácter atómico equivalente a 300 toneladas de TNT, lo que equivale para la atmósfera a 500 bombas como las de Hiroshima. Los testigos dijeron que poco después se vio el característico hongo de las explosiones nucleares.
Las investigaciones revelaron que el personal no siguió las normas de seguridad.

Después del accidente, los bomberos intentaron apagar el incendio, provocando una peor agudización de la radioactividad en la zona. La explosión expulsó sustancias hasta un altitud de 1,5 kilómetros, mezclándose con el viento que creó una nube tóxica que hasta la fecha ya han sido respiradas en todo el mundo.

Los más afectados fueron Ucrania y Bielorrusia, gobiernos que tuvieron que tomar medidas extremas en la vida cotidiana de los habitantes, como fue el caso de la ciudad más cerca, Pripyat, donde al menos 50 mil habitantes estuvieron expuestos a la radiación por 24 horas sin aviso gubernamental. Al día siguiente, la población sólo podía tomar algunas pertenencias importantes, no podía llevar a sus mascotas y en tres horas, se convirtió en un pueblo fantasma.

Ayer en la capital de Kiev, se llevó a cabo una ceremonia en memoria de los héroes de Chernobyl, los llamados liquidadores, un equipo de contención que acudieron al reactor momentos después de la explosión.
Familiares de las víctimas dejaron ofrendas y escucharon una campana por cada año del siniestro.

Actualmente los amantes de las emociones extremas pueden visitar la ciudad a cierta distancia. Páginas como http://www.chernobylwel.com ofrecen paquetes a los aventureros que gusten entrar a las zonas cercanas, bajo ciertas normas de seguridad.

El sitio web indica que se puede caminar en Prypiat por un máximo de dos días, debido a que durante los años se redujeron los niveles de radiación de manera tolerable, o equivalentes a un viaje internacional o a una radiografía.

El paquete de dos días incluye, 500 fotografías, un máximo de 150 personas por viaje, 200 kilómetros recorridos, 40 paradas, un guía profesional que habla ruso, inglés o español, entre otras cosas, con un costo de 279 euros que incluye permisos, alojamiento, transporte desde Kiev, seguro de viaje, comida y máxima seguridad.
Otros sitios mencionan que se puede conseguir un viaje a las cercanías desde 60 euros. Pero la mayoría solicitan a los turistas llevar ropa adecuada.

Finalmente, el gobierno ucraniano menciona que sólo existen algunas formas de entrar a la zona, con un tour que otorgue los permisos, siendo trabajador del sarcófago que intenta todavía detener la expansión de radiación en la actualidad, los que mantienen la seguridad en las inmediaciones y a personas que perdieron a sus familiares que buscan visitar los panteones.
Queda prohibida todo intento de ingresar de manera privada.

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