La CDMX contará con su propio transporte aéreo: el teleférico o Transporte Elevado Personalizado (TUEP) en Santa Fe o Polanco que recorrerá 5 kilómetros en 20 minutos.
Vivimos en una de las urbes más grandes del mundo. Nos enfrentamos a problemas como la sobrepoblación y un sistema de trasporte público y colectivo que a veces parece no ser suficiente para llevar a sus destinos a todas las personas que lo requieren. O por lo menos no de forma eficiente y con un tiempo de traslado aceptable, correspondiente a la distancia recorrida.
El Metro a veces nos falla, se para entre estaciones y cada vez va más saturado. Es imposible subirnos sin provocar una discusión o evitar el regaño de los policías vigías. Los camiones, micros y combis también presentan sus vicisitudes: tienen tarifas accesibles pero corremos el riesgo de ser asaltados o de quedar atrapados en un embotellamiento.
Además de ser un medio de transporte no contaminante, el proyecto de teleférico planteado para la CDMX presenta muchas ventajas en una megalópolis como la nuestra. Literalmente, no ocupa espacio en la de por sí ya atiborrada superficie citadina, el teleférico en la CDMX recorrería un kilómetro en cuatro minutos y sólo costaría ocho pesos.
De acuerdo al diario El Financiero, para finales de 2016 se podría iniciar la construcción de la primera línea del Transporte Urbano Elevado Personalizado (TUEP), prevista para levantarse en Santa Fe o en Polanco.
De acuerdo a Rodolfo Zamorano, el líder del proyecto, el TUEP transportaría a dos personas a la vez, en una cabina a alrededor de seis metros y tendrían una “frecuencia de paso” de menos de dos minutos. Cuando los usuarios hayan abordado dicha cabina (o “góndola”), se programaría el destino requerido y el recorrido no sería interrumpido por ningún motivo hasta llegar a la estación correspondiente.
El tramo que se pretende construir consistiría de siete u ocho estaciones, distribuidas en una distancia aproximada de cinco kilómetros recorridos en 20 minutos (cuatro minutos por kilómetro).
Para dar inicio a las obras, el Gobierno de la CDMX deberá aprobar y autorizar los permisos que se requieren. En caso de ser así, el proyecto del transporte aéreo iniciaría sus viajes para marzo del 2018.
Otra de las ventajas que ofrece, y por lo que cada vez recibe más atención como alternativa funcional, es que lograría llegar más lejos mediante conexiones con el nuevo tren interurbano a Toluca, la terminal camionera poniente e incluso con el campus del Tecnológico de Monterrey y la Universidad Iberoamericana.
Por su parte, la línea de Polanco se localizaría sobre la Avenida Lago Alberto.
Zamorano considera que se espera una afluencia de 70 mil pasajeros para ese tramo y de aprobarse, esa primera línea requerirá de una inversión de entre 600 y mil millones de pesos, a través de una asociación público privada.
De implementarse, la CDMX estaría dando un gran paso en la implementación de nuevas y mejores formas de transporte público y permitiría que más ciudadanos lleguen a tiempo a sus trabajos y escuelas.
*Con información de: El Financiero.