De pronto, el paisaje majestuoso protagonizado por las Cascadas de Agua Azul, en Tumbalá, Chiapas, se convirtió en uno catastrófico. El agua cristalina que maravillara a miles de turistas fue reduciéndose y ahora parecen más unas pequeñas montañas cubiertas por telarañas simulando un río.
Pobladores del centro turístico que alberga a esta belleza natural, alertaron a las autoridades sobre la situación e intentan descubrir a través de un recorrido por cielo y tierra qué es lo que ocasionó que, casi de la nada, las Cascadas de Agua Azul comenzaran a secarse.
Cascadas de Agua Azul antes del extraño fenómeno. (Foto: Cinnamon)
La mañana del viernes 10 de noviembre, indígenas choles, habitantes de Tumbalá, despertaron para darse cuenta que la intensidad de las cascadas no era la misma. Los operadores turísticos también se percataron del extraño fenómeno por lo que dieron aviso a la Secretaría de Protección Civil del estado y a la Comisión Nacional de Áreas Naturales.
Diversas versiones, ninguna confirmada. La que tomó más fuerza fue aquella que rezaba que comunidades indígenas ligadas al movimiento zapatista, habían desviado el cauce del río, según lo publicado en la revista Proceso. También se manejó el hecho de haberse formado un río subterráneo por donde el agua podría estarse filtrando, todo debido a lo cavernoso del suelo en esa zona.
Ante esto, Luis Manuel García Moreno, titular de Protección Civil, dijo que lo único que confirmaban al momento era la reducción de la fuerza de las aguas de las Cascadas de Agua Azul, pero que no podían decir nada respecto a la causa de la disminución de líquido, pues las autoridades correspondientes continúan con la investigación.
Cascadas de Agua Azul, a punto de secarse. (Foto: El Debate)
¿Por qué la versión de las comunidades zapatistas tomó más fuerza que la del río subterráneo? Principalmente por la lucha que tienen grupos indígenas zapatistas contra no zapatistas, para hacerse del territorio en donde se encuentran ubicadas las Cascadas de Agua Azul.
A su alrededor se da de manera prolífica la calabaza, el maíz, el chayote y también el frijol. Además, es territorio en donde se admiran ocelotes, jaguares, tapires, tucanes y boas. Domingo Pérez, quien es habitante de San Sebastián Bachajón, también cercano a las cascadas, aseguró hace algunos años al portal “Más de 131”, que el terreno en donde se ubican las Cascadas de Agua Azul «se encuentra en la parte más rica del Estado de Chiapas», lo que provoca que «la vista del gobierno esté de este lado».
Domingo aclaraba que la idea del gobierno liderado por Manuel Velasco era «construir hoteles, campos de golf. Nuestra idea es que más adelante, como indígenas, ya no vamos a tener acceso». Fue ahí cuando comenzaron los grupos indígenas (tanto los que apoyan al movimiento zapatista como los que van en su contra) a defender el territorio de Tumbalá.
Cascadas de Agua Azul con reducción de líquido. (Foto: El Souvenir)
Tanto las autoridades de Protección Civil como las que lideran los Comités de Prevención, se mantienen alerta y ya tienen un protocolo de seguridad en caso de tener que evacuar a los habitantes por algún tipo de fenómeno extraño que pudiera ocurrir en los ríos aledaños a las Cascadas de Agua Azul.
Se les pidió, incluso, que estuvieran atentos a cualquier actividad inusual que se presente en ríos y arroyos aledaños, por lo menos, hasta que se sepa qué es lo que ocasionó que estas bellezas naturales ahora estén prácticamente secas.
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