Clasificada como una de las ciudades más contaminadas del mundo, los habitantes que radican en la capital de la Ciudad de México, merman su salud con cada respiro que dan.
Según una estimación del Instituto Nacional de Salud Pública, anualmente en la país mueren aproximadamente 20 mil personas por situaciones asociadas a la contaminación del aire.
Pero los problemas respiratorios ahora han pasado a formar sólo una parte de los daños provocados por la contaminación ambiental.
De acuerdo con un estudio realizado por la Universidad de Lancaster Inglaterra, pequeñas partículas de metal que se desprenden de los gases de escape de la combustión pueden introducirse por la nariz y alojarse en el cerebro humano.
Una vez ahí, los científicos aseguraron que estas partículas podrían causar daños irreparables en el tejido donde se alojaron y contribuir a enfermedades como el Alzheimer.
Esta es la primera vez que una investigación sobre los riesgos de la contaminación se centra en el cerebro. Anteriormente, las afectaciones estaban enfocadas a problemas como la irritación permanente de las mucosas, de los ojos, de la nariz y del tracto respiratorio.
Para el estudio se analizaron muestras de tejido cerebral de 37 personas de entre 3 y 85 años de edad que habían vivido y muerto en la Ciudad de México; una zona elegida por los investigadores debido a los altos niveles de contaminación que presenta la ciudad.Al analizar el cerebro de las víctimas los especialistas encontraron altos niveles de magnetita incrustados en el tejido. Este metal es un elemento que normalmente se encuentra en el cerebro, sin embargo, de manera natural se presenta en cantidades mínimas y su estructura es muy distinta a la que tienen las partículas que provienen de los gases contaminantes.“Cuando estudiamos el tejido vimos las partículas distribuidas entre las células, y cuando hicimos una extracción de la magnetita había millones de partículas, millones en un solo gramo de tejido cerebral; esas son millones de oportunidades para causar daños”, afirmaron los investigadores.
La magnetita es altamente tóxica y es la primera vez que se descubren partículas de contaminación dentro del cerebro humano. El hallazgo plantea un nuevo y difícil panorama para la salud y calidad de vida de las personas que viven en ciudades muy contaminadas.Es necesario que los países más industrializados, la cuales suelen ser los más contaminados, empiecen a tomar medidas para mejorar la calidad del aire y disminuir la contaminación. De lo contrario, los daños que los altos niveles de contaminación pueden provocar a los ciudadanos eventualmente mermará la calidad de vida afectando tanto el ámbito social como económico de las ciudades o países contaminados.
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