«¡Publicidad vulgar!» gritaron hombres y mujeres afuera del restaurante Trendy Shrim, de Hangzhou, luego de haber colgado en sus vitrinas carteles de publicidad que anunciaban descuentos a las chicas según el tamaño de sus senos.
Al gerente Lan Shenggang no le importa la controversia, y dice que considera a su publicidad como una gran estrategia de atracción, con la que sus ventas han subido un 20 % desde que puso los carteles donde se ve a chicas de cómic en brasier haciendo fila debajo de letreros con su respectivo descuento. Para una mujer con copa A, la rebaja es del 5 %, mientras para una con copa G la respectiva es de 65 %.
*Foto: BBC.
Desde el 1º de agosto, la política: más senos más descuento se hace efectiva en el Trendy Shrim y, según las declaraciones de Shenggang, varias consumidoras “han reclamado sus descuentos con orgullo” a las meseras.
Mientras tanto, los comensales y otros locatarios siguen protestando por considerar dicha publicidad como discriminatoria.
Como es de suponerse, no es la primera vez que se ve esto en los centros comerciales de China; en 2014 el restaurante Na Huo premió a hombres gordos, si pesaban más de 140 kg, la comida era gratis; mientras hacía lo contrario con las mujeres, quienes sólo alcanzaron su cuenta en ceros si pesaban menos de 35 kg. También está el caso del restaurante Henan, que en 2015 pagó a un grupo de expertos en cirugía estética para decidir cuál de sus comensales era más guapo y pagarle la cuenta.
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