La fuerza se manifiesta y miles de personas alrededor del mundo se convierten a la religión Jedi.
El movimiento comenzó en Australia como una protesta contra el lado oscuro (el gobierno); cada año, este país celebra un registro de sus ciudadanos donde se especifica la religión a la que cada persona pertenece y, en los últimos censos, cerca de 70 mil personas indican formar parte de la religión creada por George Lucas.
En 2001, miles de personas, en su mayoría ateos, acudieron a una campaña realizada a través de correo electrónico en la que aseguraban que si 8 mil personas se declaraban seguidores de la fe Jedi en el censo, ésta se consideraría una religión oficial.
Hoy la iniciativa ha crecido tanto que ya se considera un problema. En 2006, 58 mil 53 ciudadanos ya se contabilizaban como pertenecientes a esta nueva fe.
Para 2011 subieron a 64 mil y se cree que para el próximo censo celebrado el 6 de agosto del año en curso la población Jedi seguirá aumentando.
Sin embargo, a pesar de que el movimiento comenzó como una protesta para exigir tolerancia hacia todas las religiones, la Fundación de Ateos Australiana está molesta con el movimiento, y a pocos días del censo, dijeron que la religión Jedi y las otra religiones de broma no se contabilizaban en la categoría de no religioso sino en la de indefinido, con lo que hace parecer a Australia más religiosa de lo que es en realidad.
OTROS PAíSES QUE YA PARTICIPAN EN EL MOVIMIENTO
Aunque Australia tiene el mayor récord internacional en cuanto a ciudadanos registrados como Caballeros Jedi, Inglaterra le sigue muy de cerca, donde casi 400 mil personas se declararon seguidores del movimiento, lo que significa que .7 % de la población inglesa corresponde a los guerreros de la fuerza.
En Nueva Zelanda, la religión Jedi ya es la segunda con mayor cantidad de seguidores después del cristianismo. Además, es la que mayor presencia de seguidores abiertos per cápita en el mundo.
Las tierras altas de Escocia sufrieron un fenómeno extraño, ya que en este lugar, los policías se declararon seguidores y en total ya cuentan con 14 mil adeptos.
En Islandia, por ejemplo, se registraron tantos ciudadanos como parte de esta religión que el gobierno decidió no revelar la cantidad de seguidores para no alentar el movimiento.
Y aunque esto se está dando en países democráticos y liberales, también en lugares como Turquía, donde la intolerancia religiosa es alta, su último censo se reveló un gran número de seguidores.
En México, el lado oscuro es fuerte. Tal vez se deba a que todavía no hay registro de los Caballeros Jedi. Pero esperamos que, cuando lleguen, den balance a la fuerza.
*Con información de Sinembargo.