Es difícil ponerse a dieta en un lugar como México, donde la cultura de la buena alimentación y el ejercicio son nulos. Los productos “sanos” son mucho más caros que la comida grasosa y alta en carbohidratos, la que encontramos en todas las esquinas de las ciudades del país.
Estos factores, aunados al bajo presupuesto que el gobierno destina para salud han posicionado al país con el primer lugar en obesidad infantil del mundo y el segundo lugar en obesidad adulta, sólo después de Estados Unidos. El 70 por ciento de los mexicanos padece de sobrepeso y un tercio tiene obesidad, lo que genera enfermedades como diabetes e hipertensión arterial cuyo tratamiento es costoso.
Sin embargo, esta semana el gobierno mexicano dio un nuevo incentivo para mejorar la alimentación de sus ciudadanos: el Sistema de Administración Tributaria (SAT), la institución que recauda los impuestos en México, anunció que a partir de este año regresará impuestos a los ciudadanos que deduzcan gastos en visitas al nutriólogo con el objetivo de bajar de peso y como una campaña para erradicar la obesidad.
La consultora de Sarez Consultores, Ana Sarez, dijo para El Universal que esta medida tiene como principal objetivo, además de disminuir el porcentaje de población pasada de peso, generar consciencia acerca de las dietas saludables, los hábitos alimenticios y los problemas de salud que implica no seguirlos debidamente.
El límite, explica Sarez, alcanza el 15 por ciento de los ingresos anuales o cinco salarios mínimos al año. Esto significa que al presentar la declaración con la deducción indicada, disminuye la “base gravable”: al final del ejercicio fiscal pagarán menos impuestos y “en el mejor de los casos”, el monto podría generar un impuesto en favor y acceder, finalmente, a la devolución de impuestos.
Ahora, este incentivo servirá como un premio para todos los contribuyentes que estén “comprometidos con su salud” e intenten bajar de peso y funcionar de la misma forma que todas las otras deducciones personales que se hagan en las declaraciones anuales.
El requisito, como en el caso de otras deducciones, es presentar el comprobante fiscal, documento que habrá que solicitar al especialista en nutrición en cada consulta o por el monto total del tratamiento.
Además de que el sobrepeso y la obesidad son por sí mismos los principales problemas de salud pública a los que se enfrenta México desde hace años, las enfermedades que acarrean también significan un gasto para prevenir otras enfermedades como diabetes, hipertensión, padecimientos cardiovasculares, trastornos óseos e incluso algunos tipos de cáncer, que en la población infantil y mayor podría tener consecuencias irreversibles.
Esta crisis de salud ocasionan alrededor de un 32 por ciento de muertes en las mujeres y un 2o por ciento en el caso de los hombres.
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