Yo confieso ante Dios Todopoderoso, y ante ustedes hermanos, que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión. Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa.
¿Cuántas culpas guardan los acosados, los abusados sexualmente dentro del seno de la Iglesia Católica?, ¿Quién merece la ignominia?, ¿Quién es el verdadero pecador: el que oculta el crimen o el que obliga al silencio?
Por mi gran culpa (Grijalbo, 2017) es un libro narrativo que funciona también como documento de denuncia, pues reúne las vivencias y testimonios de un confesor, hostigado por un sacerdote. Es un texto que exige que alguien interceda por todos los abusados.
Javier Martínez Staines debuta con esa novela de confesionarios y pecadores. Narra la historia de José de Jesús, un joven abusado junto con su prima a manos de un clérigo. El autor le da voz a una víctima de abuso sexual infantil que se atrevió a contar su desdicha.Para El Huffington Post, Staines revela que le tocó vivir de forma cercana situaciones que se exhiben en el libro, cuya escritura “fue como un exorcismo personal”. A través de relatos que provocan “una risa (incómoda)”, se lleva al lector por la senda de la pederastia.
“Llevé el tema desde un punto muy humano para que no fuera un tema simplemente de denuncia […] sino tratando de entender un fenómeno que nos acompaña desde que se fundó la Santa Iglesia”, sentencia el autor. Sin embargo, no se trata de un pederasta “con humor”, sino de uno cualquiera, un criminal.
“Sería como la película de “El Infierno”, de Estrada, que proyecta la problemática de la violencia y el narco, pero desde un punto sarcástico”, dice el autor para The Huff Post. El trabajo final es el resultado de una investigación de muchos años, durante los cuales recopiló testimonios y reunió las declaraciones que lo ayudaran a contar un tema serio pero con su toque personal de sátira y humor, aunque evitando hacer menos un tema que es un grave problema social de la actualidad.
Animal Político revela que tal y como lo indica el título de esta obra, la culpa parte como protagonista persistente “en un intento de exorcismo personal ante un hecho horroroso, dramático y humillante por el que atraviesa un niño”.
La pederastia y pedofilia son frecuentes en las instituciones religiosas de México, permitidas y encubiertas por personajes cercanos al poder como Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo. Hace unos años, el mismo Vaticano reconoció los abusos sexuales, la pederastia y el enriquecimiento desmedido de Maciel y de algunos miembros de su emporio religioso.
Sin embargo, durante su liderazgo, el Papa Juan Pablo II lo encubrió, urgiendo a más jóvenes a unirse a sus filas ortodoxas, además de omitir el comportamiento pedófilo del líder de los Legionarios, su adicción a ciertas drogas y la corrupción con la que manejaba su legión.
En general, varias naciones de América Latina se han visto involucradas en denuncias de este tipo, donde las víctimas, publican sus declaraciones años después de haber sufrido los abusos y acosos durante su infancia.
Por Mi Gran Culpa está disponible en librerías y en portales digitales.
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