Dalva Lina llegó a su casa en São Paulo, una noche del año 2012. Ahí, 37 animales, entre perros y gatos, la esperaban sin saber el dolor que les haría pasar horas después. La mujer amarraba a los animales de las patas traseras y les dejaba las delanteras abiertas, como si los estuviera crucificando. Dalva, entonces, les inyectaba una droga en el corazón que los mantenía en sufrimiento durante, por lo menos, treinta minutos.
Dalva decía que encontraba hogar para los perros y gatos callejeros, sin embargo, todo era una mentira para torturarlos en su propia casa. Una organización sospechó de sus acciones y descubrió el maltrato a través de un detective privado. Así fue como tres años después, en 2015, Dalva Lina da Silva fue sentenciada históricamente a 12 años de prisión por el asesinato de los 37 animales.
Ahora, dos años después, su caso se torna aún más histórico, pues la Cámara de Derecho Criminal en São Paulo decidió aumentar su pena a 17 años y 6 seis meses. Ella esperaba su sentencia en libertad por lo que al conocer el castigo, se dio a la fuga.
Perros y gatos encontrados en la escena del crimen. (Foto: Aweita)
En Brasil es la primera vez que alguien es condenado a un castigo tan severo por maltrato animal. Dalva recibió 16 años y seis meses por el abuso en contra de los animales. Además, agregaron un año por el uso de medicamento restringido sólo a veterinarios.
La mujer fue encontrada justo en el momento en que colocaba bolsas de basura con los cuerpos de los animales en el basurero de una vecina. Aunque haya sido detenida en flagrancia, ella esperaba en libertad su juicio.
«Esta condena con este nivel de severidad es única en el mundo y es totalmente inédita en Brasil» dijo la activista Vânia Tuglio al diario brasileño O Globo. «Esperamos que este caso incentive a otros jueces que actúan en esta área».
Dalva Lina da Silva. (Foto: Yahoo Noticias)
Alrededor del mundo, el castigo a aquellos que maltratan animales sigue siendo una lucha que protagonizan organizaciones en pro de los derechos de estas especies. Los castigos no llegan a ser tan severos como el que la justicia brasileña quiere aplicar en contra de Dalva Lina da Silva.
En la Ciudad de México, por ejemplo, en enero del 2014 entró en vigor una ley que castiga el maltrato animal con un máximo de dos años de prisión, medida que un año después, el Estado de México adoptó tras ser aprobada la propuesta por el Congreso mexiquense.
La policía inspeccionando el domicilio de Dalva Lina da Silva. (Foto: Aweita)
En Perú, la pena por maltrato animal alcanza los cinco años de prisión mientras que en Zurich, por ejemplo, aunque la pena no es tan alta (tres años de cárcel) sí tiene una de las leyes más completas en el mundo respecto a los derechos de los animales. Allá incluso regulan el número de hámsters que puedes tener y, en caso de un juicio, el gobierno otorga un abogado para que defienda los derechos de los animales.
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