La federación de fútbol más antigua del mundo pasa uno de sus momentos más bajos en su centenaria historia. La culpa no pasa por el tema deportivo. La selección no fue humillada por un equipo menor.
Es mucho peor que eso. En una entrevista con la cadena británica BBC, el exfutbolista profesional Andy Woodward confesó haber sufrido abuso sexual durante cuatro años por parte de su entrenador cuando era un niño. Tenía entre 11 y 15 años.
Sus declaraciones, realizadas el jueves pasado, cimbraron a la institución decana del fútbol mundial. Fundada en 1863, es la primera en formar una liga profesional. Pero esta semana pasará a la historia como una de las más oscuras de su larga vida.
El testimonio de Woodward generó una respuesta entre sus colegas. Tres jugadores ingleses más confesaron abusos del mismo tipo cuando eran jóvenes: Steve Walters, Paul Stewart y David White. La Federación Inglesa (FA, por sus siglas en inglés) dio a conocer un teléfono público en el cual se pueden hacer denuncias anónimas. Según la asociación, han recibido hasta 11 llamados de diferentes exjugadores denunciando casos similares.
Woodward tiene 43 años. Jugó en varios equipos de segunda y tercera categorías del fútbol inglés. Fue en su primer club, el Crewe Alexandra, donde el entrenador Barry Bennell abusó de él durante varios años.
Bennell fue condenado en 1998 a nueve años de prisión después de haber confesado que abusó de seis niños.
“Nunca dije nada. No lo denuncié porque amenazó con cortar mi carrera” le confesó Woodward a la BBC. “El castigo para Bennell no refleja mis años de sufrimiento, depresión, ataques de pánico y pensamientos suicidas”.
La ola de revelaciones a partir de entonces no se ha detenido. Steve Welters habló con el diario The Guardian. él también jugó en el Crewe Alexandra y fue dirigido –y sufrió el acoso– de Bennell en 1988.
“He sufrido mucho, pero espero que esto sirva para cerrar la parte más dolorosa de mi vida”, refirió al periódico británico. “Haber leído las confesiones de Andy [Woodward] me sacó un peso de encima y decidí dar conocer el mío para que más personas puedan hablar del suyo sin miedo”.
El presidente del Crewe, John Bowler, a pesar de haber condenado los abusos por parte de Bennell y admitir haberse sentido “furioso y decepcionado”, prefiere esperar la solución de la corte. Bowler también era presidente durante los años en los que se cometieron los abusos.
Los otros dos casos que se han hecho públicos son de futbolistas que llegaron a jugar con la selección inglesa. El primero es Paul Stewart. Formó parte del Manchester City, Liverpool y Tottenham en la década de los noventa. Stewart le contó al periódico Daily Mirror su larga experiencia de abusos por parte de un entrenador cuando tenía 11 años, la cual incluía a otros compañeros de equipo.
Inspirado por la historia de Woodward, Stewart contó que para olvidarse de aquella experiencia, que duró cerca de cuatro años, consumía bebidas alcohólicas hasta perder el conocimiento. Cuando eso no fue suficiente, empezó a usar drogas más fuertes. Su intención era “olvidarse” de aquella experiencia.
El hasta ahora último jugador en dar a conocer su historia en los medios ingleses fue David White, reconocido jugador que tuvo una larga carrera en el Manchester City y la selección inglesa, así como en el Leeds United y el Sheffield United. Su caso es muy parecido al de los otros. Cuando era niño, jugó en el Crew y fue dirigido por Bennell, que también abusó de él a principios de la década de los ochenta. “Me destrozó la vida”, le contó.
El presidente de la FA, Greg Clarke, que asumió el cargo en agosto pasado, fue contundente con sus declaraciones. Calificó de “crímenes atroces” los casos dados a conocer esta semana. Además, confirmó que la policía tendrá todo el apoyo de la federación para llevar a cabo las investigaciones pertinentes.
La vida de varias personas está en juego.
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