Un dibujo inédito y original de Leonardo da Vinci (1452-1519) fue descubierto en Francia casi por casualidad. Es una obra que no se encuentra en ninguna lista de museos ni colecciones personales. Es un inédito incluso para los más conocedores de la obra del italiano, uno de los más famoso del Renacimiento.
Estos trazos de da Vinci fueron hechos en su primera época como pintor, entre los años de 1482 y 1485. En principio, la pequeña obra, por su rareza y sus características, valdría cerca de 15 millones de euros.
Una persona anónima, que prefirió guardar su identidad por motivos personales, presentó una pequeña colección de no más de una docena de dibujos originales de los Siglos XVI y XVII a la casa de subastas francesa de Tajan.
Los expertos de Tajan se sorprendieron cuando llegaron a la figura que ahora saben es autoría de da Vinci. Creyeron que no podía ser real, ya que no lo encontraron en ningún archivo oficial. Solicitaron la consulta de dos expertos en la obra del italiano: Patrick De Bayser, un experto que tiene un convenio con la empresa, y Carmen C. Bambach, conservadora del Museo de Arte Contemporáneo (el MET, por su abreviación).
La aprobación de Bambach fue definitiva, ya que es una experta que ha rechazado varias supuestas obras de varios artistas. Es una de las autentificadoras más feroces del mundo.
Ambos confirmaron las sospechas de Tajan. La exclusiva, publicada a principios de semana por el New York Times, casi seis meses después de que el médico francés, un jubilado que vive en París, fue persuadido por su esposa para valuar aquellos papeles.
El hombre heredó los papeles de su padre, un coleccionista de libros y obras menores de artistas prácticamente desconocidos. Ninguno sabía que tenía entre sus manos un croquis, como se le conoce en el mundo del arte a este tipo de dibujos.
El dibujo tiene otros trazos en la parte posterior de la hoja. Ambas son ilustraciones de su etapa “científica”. Da Vinci, además de un gran artista, realizó varios inventos y descubrió varias partes del cuerpo humanos.
Además, las anotaciones que contiene están escritas al revés: de derecha a izquierda, tal y como escribía el italiano, quien era zurdo. Sus escritos y sus dibujos en la parte trasera de la hoja sólo pueden verse usando la sombra que proyecta la luz de una vela. Da Vinci solía usar una tinta especial hecha con base en jugo de limón.
Es la primera vez en quince años que se encuentra un nuevo dibujo de da Vinci.
Los empleados de Tajan, ansiosos por obtener una tajada, desean sacar a subasta el dibujo a principios de 2017. Estiman que podrán hacerlo en junio, ya que necesitan un permiso del gobierno de Francia para poder hacerlo.
Pero las autoridades francesas podrían detener la operación, ya que, en caso de declarar la pieza como un tesoro nacional, la pieza no podría ser vendida. Tampoco podría salir del país.
De ser así, los franceses tendrían un plazo de dos años para comprar la pieza a precio de mercado. La familia del médico retirado, la verdadera dueña del nuevo dibujo de da Vinci, no ha dado a conocer sus deseos.
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