El único error que cometió fue ser mujer. No que haya salido sola en la noche, sino ser una mujer en Puebla, el estado que en tan sólo unas semanas se ha posicionado en los primeros lugares de feminicidios.
El caso de esta mujer, que no superaba los 20 años acuchillada por la noche en una calle del municipio de Teziutlán.
Todos los casos coinciden en una cosa: los cuerpos se localizan en sitios lejanos, ocultos y todos los cuerpos presentan muestras de violencia (tortura, asfixia, golpizas, violación).
La Secretaría General de Gobierno reconoció un aumento del 25 % en este tipo de delitos. Sin embargo, sólo reconoce 45 de 76 asesinatos de mujeres como feminicidios. Por otro lado, las organizaciones civiles sí reconocen 69 casos.
De acuerdo al número de casos tipificados como tal (por cada 100 mil mujeres), los feminicidios en Puebla los han posicionado en el noveno lugar a nivel nacional y hace mucho que los titulares de sus diarios locales no se llenaban encabezados violentos.
Diódoro Carrasco Altamirano, el secretario general de gobierno, sentenció que los feminicidios son un fenómeno mundial que afecta a América Latina, a México y, en consecuencia, a Puebla. Para él, los crímenes violentos contra mujeres son un fenómeno “que no es privativo de Puebla”.
En su lógica, los estados más poblados del país, en donde la demografía es mucho más densa, es en donde aumenta el número de delitos y en este caso en particular el de feminicidio; tal como pasó con Puebla…
Carrasco sentencia de una forma que hace como si se tratara de un mal inevitable, irremediable y destinado a la naturalización.
*Con información de: Sin Embargo, La Jornada de Oriente.