Donetsk y Lugansk son dos territorios que se encuentran al este de Ucrania justo en la frontera con Rusia. Desde hace ocho años, cuando el Euromaidán provocó que dejara su cargo el expresidente ucraniano, Viktor Yanukovich, estas regiones en el Donbás se mantuvieron firmes en su deseo de separarse de Ucrania ante la intención de ese país de integrarse a la Unión Europea. Desde ese momento, se asumieron como repúblicas independientes y ahora, con el reconocimiento oficial de Rusia, buscan completar su separación definitiva de Ucrania.
La guerra del Donbás
A finales de 2013, el entonces presidente de Ucrania, Viktor Yanukovich, se negó a firmar los acuerdos correspondientes para que Ucrania se integrara a la Unión Europea. Además, al ser un gobierno prorruso, miles de ucranianos salieron a las calles para protestar por los escándalos de corrupción alrededor de Yanukovich logrando que éste dejara su cargo al frente del país. Para Rusia, este hecho fue un golpe de Estado en Ucrania financiado desde Occidente, especialmente por Estados Unidos; lo anterior, con el objetivo de reducir la esfera de influencia de Rusia y así acercar a Ucrania rumbo a una integración tanto a la Unión Europea como a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
En el este de Ucrania, justamente en regiones como Donetsk y Lugansk, la salida de Yanukovich no fue bien vista por todos los grupos afines a Rusia. Para ellos, el Euromaidán era un esfuerzo para llevar a Ucrania a la Unión Europea y ellos, por supuesto, lo que realmente querían era integrarse a Rusia. Además, cuando Rusia anexó Crimea en 2014 (un territorio ucraniano clave por su ubicación en el mar de Azov y el mar Negro), el Donbás vio esto como la gran oportunidad para separarse definitivamente de Ucrania. Si Crimea pudo volver a Rusia, Donetsk y Lugansk querían seguir el mismo camino.
Foto: Captura especial / Twitter / @AFP
Una lucha por la independencia
Tras la salida de Yanukovich, Ucrania quedó más cerca de Europa y se alejó de Rusia. Por ello, en el este del país, diversos movimientos iniciaron la lucha en 2014 para seguir con un gobierno prorruso. Esto derivó en que provincias (oblasts) como Donetsk y Lugansk se autoproclamaran como repúblicas independientes. Ante la escalada de la violencia en el este de Ucrania, la comunidad internacional tuvo que intervenir y un alto al fuego se oficializó en septiembre de ese año con los Acuerdos de Minsk. No obstante, a pesar de la firma del protocolo, la violencia nunca se detuvo en el Donbás. Los Acuerdos de Minsk fueron firmados por Ucrania, Rusia, así como por las Repúblicas de Donetsk y Lugansk.
Los Acuerdos de Minsk supuestamente garantizarían el alto al fuego y una revisión sobre el estatus de gobierno de provincias como Donetsk y Lugansk. Además de la liberación de todas las personas detenidas de forma ilegal, el gobierno de Ucrania se comprometía a retirar sus tropas de la zona. A partir de este momento, lo que ocurrió en la práctica es que el Donbás se convirtió en un territorio autónomo prorruso, aunque, todavía pertenecían oficialmente a Ucrania. De hecho, en febrero de 2015, los líderes de Alemania (Merkel), Francia (Hollande), Rusia (Putin) y Ucrania (Poroshenko) tuvieron que reunirse nuevamente para acordar el famoso Minsk II, debido a que las hostilidades no podían frenarse tras la firma del primer protocolo de Minsk (2014). También estuvieron presentes los líderes de las Repúblicas de Donetsk y Lugansk en una negociación para lograr la paz que duró más de 16 horas en la capital de Bielorrusia.
Rusia reconoce la independencia de Donetsk y Lugansk
Durante ocho años, entre 2014 y 2022, la violencia nunca paró entre las fuerzas ucranianas y los grupos separatistas. Estados Unidos y Europa, a través de la OTAN, incrementaron su presencia militar en la zona argumentando que el objetivo a futuro de Rusia era anexarse Donetsk y Lugansk como lo hizo con Crimea. Rusia aseguraba que, tras lo que ellos consideraban como un golpe de Estado en 2014, Ucrania ahora era controlada por un gobierno afín a los Estados Unidos y a Europa. Por ello, desde su llegada al poder en 1999, Vladimir Putin ha hecho todos los esfuerzos posibles para que la OTAN deje de incrementar su presencia militar en Europa con el fin de debilitar a Rusia. Estados Unidos no quiere una Rusia fuerte. ésa es la base de su política exterior hacia nosotros, dijo Putin en el discurso para reconocer la independencia de Donetsk y Lugansk.
Este lunes, en una decisión histórica, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, firmó el documento con el cual reconoce oficialmente la independencia de las Repúblicas de Donetsk y Lugansk. Un territorio puede proclamarse como autónomo, pero, su independencia realmente es conseguida cuando empieza a recibir la aprobación y el reconocimiento oficial del resto de países en el mundo. í¿Qué significa esto? Ahora que Rusia ha apoyado la independencia de Donetsk y Lugansk, el gobierno de Vladimir Putin declara al mundo que, para la Federación Rusa, estos territorios ya no pertenecen a Ucrania.
í¿Cuál es el futuro de Donetsk y Lugansk?
Después de reconocer la independencia de Donetsk y Lugansk, el gobierno de Putin emitió un decreto para que las tropas rusas se encarguen de mantener la paz en estos territorios. Para Occidente, esto representa una invasión de Rusia a Ucrania, mientras que para los rusos esto es un movimiento más para garantizar la independencia de las Repúblicas. Prácticamente toda la comunidad internacional, con excepción de Rusia, se ha negado a reconocer la independencia de Donetsk y Lugansk por lo que, para el mundo, estos territorios siguen perteneciendo a Ucrania.
A pesar de que la mayoría de países está en contra de la independencia de Donetsk y Lugansk, la realidad es que, al momento, el territorio se ha proclamado independiente y está bajo el resguardo de las fuerzas militares rusas. í¿Cómo garantizar que Rusia salga de un territorio que oficialmente pertenece a Ucrania? Muchos expertos piensan que la vía diplomática, no será suficiente. Estados Unidos ya ha anunciado que habrá fuertes sanciones económicas para Rusia, Donetsk y Lugansk. Al mismo tiempo, la Unión Europea ha confirmado que cancela por el momento la certificación del proyecto Nord Stream 2, el ducto que llevaría gas natural desde Siberia a toda Europa. Pese a ello, Putin parece que no se detendrá. Ahora, con la proclamación de la independencia de Donetsk y Lugansk, Rusia ya tiene vía libre para instalar tropas y bases militares en ese territorio. En la práctica, a menos que se desate la guerra, Putin está a las puertas de repetir lo que logró en Crimea. Conseguir que Donetsk y Lugansk sean anexadas al territorio de la Federación Rusa.
Foto de portada: Captura especial / EFE / El Mundo