Luego de los terremotos de este lunes, la ONU dijo que sólo se tendrán siete días de ventana para rescatar a quienes quedaron bajo los escombros.
Tras los terremotos registrados este lunes en el sureste de Turquía y norte de Siria sólo hay una ventana de siete días para rescatar a las personas que han quedado sepultadas bajo los escombros, dijo hoy un representante de la Oficina de Ayuda Humanitaria de la ONU, la primera que actúa en casos de desastre.
Esta estimación es resultado de innumerables operaciones de rescate en el mundo, aunque siempre puede haber excepciones y que las víctimas soporten un poco más de tiempo, comentó el portavoz de esa entidad, Jens Laerke, al hacer un primer balance del coste humano de la tragedia.
Para rescatar a las víctimas, la ONU ha movilizado sendos equipos de evaluación de desastres, así como de búsqueda y rescate, compuestos por los mejores especialistas del mundo en estas tareas, los que están viajando a Turquía.
Además, el mismo lunes llegaron a este país doce equipos enviados por distintos países y se espera que otros 27 lleguen entre hoy y mañana. ”El gran reto ahora mismo es el acceso por tierra (de este personal y sus equipos) ya que muchas carreteras de la región han quedado destruidas por los terremotos”, comentó Laerke. Otra dificultad es la falta de vehículos para transportar a los expertos internacionales, ante lo cual las autoridades locales están movilizando camiones desde otras provincias de Turquía.
Tres meses de estado de emergencia
El Gobierno turco ha declarado tres meses de estado de emergencia en las diez provincias afectadas el lunes por los dos fuertes terremotos que han dejado ya al menos 3 mil 549 muertos y 22 heridos en el país. Así lo anunció el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, quien señaló que se destinarán 5 mil millones de euros (5 mil 300 millones de dólares) en ayuda de emergencia para esas regiones. Erdogan señaló que los terremotos, de magnitud 7.7 y 7.6, además de numerosas réplicas más suaves, se encuaderna dentro de un fenómeno denominado “triggering”, en el que un sismo va desencadenado el siguiente. Erdogan afirmó que este desastre no es sólo uno de los más graves en la historia de Turquía, sino a nivel global.