Altos funcionarios de la administración de Trump han señalado que los cárteles mexicanos representan una amenaza de seguridad nacional para Estados Unidos y operan con armamento pesado en México. Según reportes de NBC News, el gobierno estadounidense estaría considerando el uso de drones y otras acciones militares para atacar instalaciones y líderes de los cárteles en territorio mexicano.
La motivación principal sería frenar el flujo de drogas, como el fentanilo, hacia Estados Unidos, debilitar estructuras criminales con casi poder estatal en regiones mexicanas y reducir la violencia transfronteriza.
“La designación de algunos cárteles como organizaciones terroristas permitiría utilizar herramientas más agresivas, incluyendo operaciones fuera de territorio estadounidense”, indica NBC News.
El ataque dirigido contra líderes o instalaciones de cárteles en México sería una escalada sin precedentes:
- Requeriría operar en territorio mexicano, lo que plantea complejidades legales y diplomáticas.
- Podría generar represalias de los cárteles y aumento de violencia en la región.
Aunque hasta ahora no hay evidencia pública de que Estados Unidos haya realizado operaciones militares de este tipo en México, expertos subrayan que, sin consentimiento del gobierno mexicano, cualquier acción de este tipo podría considerarse una violación del derecho internacional y de la soberanía el país.

¿Qué dice el gobierno mexicano sobre este posible ataque de Trump?
Por su parte, la presidenta Claudia Sheinbaum ha declarado que México no permitirá ninguna intervención extranjera. Subrayó que cualquier colaboración con Estados Unidos debe respetar la soberanía nacional y rechazó ofertas de desplegar tropas estadounidenses en territorio mexicano.
Sheinbaum también advirtió que la designación de cárteles como organizaciones terroristas podría derivar en acciones legales adicionales, incluyendo demandas contra fabricantes de armas estadounidenses que proveen armamento a los grupos criminales.
“No habrá invasión de México. La cooperación debe darse en nuestros términos, nunca bajo injerencia extranjera”, declaró la presidenta.
Mientras tanto Trump y su gobierno sigue evaluando posibles operaciones contra líderes y bases de cárteles en México y nuestro país mantiene su postura firme de defensa de la soberanía. Por lo pronto no se han confirmado ataques militares en territorio mexicano hasta la fecha y el desarrollo de esta situación dependerá de decisiones de la administración de Trump, acuerdos diplomáticos bilaterales y la reacción de los cárteles.
La posibilidad de que Trump dirija ataques a instalaciones y líderes de cárteles en México marca un punto crítico en la política de combate al narcotráfico. Aunque busca proteger la seguridad nacional estadounidense, la firme oposición del gobierno mexicano convierte cualquier acción unilateral en un tema altamente sensible a nivel diplomático y legal.

Con información de El Financiero / Foto de portada: tomada de internet
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