Mikey Chanel, una joven mujer trans que actualmente se identifica como mujer pero que nació con genitales masculinos y fue criada como niño, se llevó la sorpresa luego de descubrir que también tiene órganos reproductores femeninos funcionales. Tras el hallazgo, decidió embarazarse.
“Nunca me sentí como un niño”
Mikey tiene 18 años. Cuando estaba por nacer, los médicos le realizaron pruebas a su madre y se suponía que esperaba una mujer, sin embargo se asombraron al recibir a un bebé con genitales masculinos.
“Era obvio para todos que yo era diferente desde el principio”, cuenta hoy Mikey, quien vive en Boston, Massachusetts, Estados Unidos.
“Nunca me sentí como un niño. Era bastante afeminado y nunca pasé por la cosa de pubertad masculina. Solo tengo un poquito de vello facial y siempre he tenido un cuerpo de forma femenina, con caderas y trasero”, detalla
Por esta situación recibía agresiones de sus compañeros en la escuela. Finalmente, a los 13 años, Mikey se declaró homosexual y desde entonces consideró ser transgénero.
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Un examen destapó la sorpresa
En este 2020, un día, luego de tener relaciones sexuales, Mikey tuvo una sensación extraña después de orinar, por lo que fue al médico y le realizaron una ecografía en su tracto urinario.
La sorpresa fue mayúscula cuando llegaron los resultados: “Me dijeron que tenía cuello uterino, ovarios, útero y trompas de Falopio y que podía quedar embarazada si quería”.
“Yo pensé que era una broma. Ni siquiera sabía que eso era posible. Dije ‘jaja, ¿dónde están las cámaras?’, y entonces me mostraron el útero en la pantalla”
Mikey fue diagnosticado con síndrome del conducto de Müller persistente (PMDS), una condición poco común en la que una persona tiene genitales externos masculinos, con órganos reproductores femeninos internamente.
“Mis partes masculinas resultaron infértiles pero me dijeron que mis ovarios estaban funcionando”, explicó la joven.
Los profesionales de la salud le recomendaron practicarse una histerectomía total, ya que podía desarrollar padecimientos que podrían poner en peligro su vida, como por ejemplo cáncer.
Sin embargo Mikey quería primero concebir un hijo antes de realizarse el procedimiento que le quitaría esa posibilidad.
“Me siento más mujer ahora que nunca”
La joven recibió diversos tratamientos de fertilidad, que incluyó una inyección intracitoplasmática de espermatozoides o ICSI, es decir, la fecundación de los ovocitos por inyección de un espermatozoide.
Debido a que Mickey no tiene un cavidad vaginal, los óvulos fecundados fueron implantados en sus trompas de Falopio a través de una incisión abdominal, explica Daily Mail.
Mikey ahora está embarazada de cuatro meses:: “me dijeron que solo había un 20 por ciento de posibilidades de que funcionara, pero funcionó. Estaba tan sorprendida, pero feliz. No puedo esperar a ser madre”.
A Mikey le recetaron estrógeno para ayudar con el embarazo y espera continuar con la transición después de que nazca el bebé.
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