Trece mil dólares, sino es que más. Eso fue lo que tuvo que gastar Luis Miguel para tener contento a Diego Armando Maradona y todo por no haberle guardado lugar en una mesa. Sí, parece que te estamos hablando de una anécdota de alguna de las fiestas de XV años a las que hemos acudido alguna vez en nuestras vidas, pero no, es un acontecimiento que vivieron juntos en 1986, el intérprete de Culpable o no y el autor del denominado Gol del Siglo.
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Todo por una mesa
Ahí te va. Alguna vez, Diego Armando Maradona llegó a México para jugar un torneo de futbol rápido en Pachuca, Hidalgo, muy cerquita de nuestra querida y contaminada capital. Al enterarse de esto, Luis Miguel pidió a su entonces representante Matías McCluskey que los invitara a una presentación que iba a tener en la Ciudad de México.
McCluskey contactó a Guillermo Coppola, representante de Maradona en aquellos años. La visita quedó pactada entre ambos managers sin saber que se desencadenaría el berrinche que hoy te estamos contando.
Luis Miguel tenía reservada una mesa en primera fila para Maradona, su representante y algunos amigos, pero el ahora técnico de Dorados llegó tarde a la cita, por lo que el cantante decidió dar la mesa a equipos de producción y de televisión que sí habían llegado temprano. Maradona fue recorrido hasta la cuarta mesa, algo que no gustó para nada al entonces futbolista que se limitaba a decir: “no quiero ni escuchar a este tipo”.
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Maradona y Coppola, cuando ambos trabajaban juntos. (Foto: Infobae)
¿En cuánto le salió a Luis Miguel contentar a Maradona?
Cerca de 13 mil dólares, sino es que un poquito más. Luis Miguel, con el afán de bajarle el coraje a Diego Maradona, decidió ordenar que les llevaran todas las botellas de champaña que quisieran tanto el jugador como sus acompañantes.
Cuenta el propio Coppola, en declaraciones reproducidas por El Universal, que solicitaron cerca de 13 botellas, con un costo de más de mil dólares, cada una de ellas. Eso sí, no se las tomaron sólo Maradona y él: “recorrimos todas las mesas y le servimos a cada persona presente en el concierto”, declaró Guillermo.
Cuando terminó la presentación, Luis Miguel quería que Maradona lo fuera a saludar al camerino, pero este decidió, en primera instancia, no hacerlo. “No, yo no quiero saludarlo”, cuenta Coppola que así reaccionó Diego Armando, a lo que él respondió: “no seas descortés, vamos a saludarlo, pero para no pagarlas nosotros”.
Así fue como Guillermo Coppola convenció a Maradona de saludar a Luis Miguel aquella noche en la Ciudad de México, una anécdota difícil de olvidar para ambos astros.
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