Wolfgang Amadeus Mozart nació en la ciudad de Salzburgo, Austria, el 27 de enero de 1756. Este compositor austriaco es destacado por haber sido un niño prodigio que revolucionó la música clásica con sus variadas y hermosas sinfonías. Por eso, hoy 05 de diciembre, recordamos un año más de su muerte, que ocurrió en 1791. De acuerdo con el acta de defunción oficial, el compositor austriaco falleció a causa de una “hitziges Frieselfieber” (fiebre miliar aguda), una erupción cutánea. Pero con el paso de los años se han supuesto muchas y diferentes teorías sobre la muerte del compositor, que van desde gripe, envenenamiento por mercurio y hasta una extraña enfermedad en el riñón.
Sus padres, Leopold Mozart y Anna María Pertl, tuvieron siete hijos, pero debido a la alta mortalidad infantil de la época, de los siete hijos que tuvieron, sólo sobrevivieron dos de los hermanos de Mozart; María Anna, apodada cariñosamente Nannerl, y Wolfgang Amadeus. Mozart dio su primer exhibición musical a la edad de seis años. Su padre lo presentó pues creía que era un deber hacia su país, su príncipe y su Dios. Hoy, Mozart es recordado como uno de los más grandes genios musicales de la historia. Fue un excelente pianista, organista, violinista y director destacado por las improvisaciones que realizaba durante sus conciertos y recitales.
La obra mozartiana abarca todos los géneros musicales de la época creando un repertorio de 600 obras maestras de la música sinfónica, concertante, de cámara, para piano, operística y coral logrando así no sólo la fama, sino trascender a lo largo del tiempo. Sus últimos años los dedicó a componer sinfonías, conciertos y óperas, las cuales, por cierto, son las más conocidas, así como la elaboración de su Réquiem.