Sara Beltrán Hernández, una mujer salvadoreña que sufre un tumor cerebral, fue detenida la semana pasada por las autoridades migratorias de Estados Unidos en un hospital, mientras esperaba a ser operada de emergencia.
La mujer fue sacada del Huguley Hospital, en Burleson, Texas, a pesar de su delicado estado de salud y de estar inscrita en una lista de espera para una cirugía urgente.
“Ella fue sacada en una silla de ruedas y no se le dio tratamiento a pesar de que su nariz continuaba sangrando y estaba diciendo que su cabeza le iba a explotar”, denunció a la prensa local Melissa Zúñiga, asistente paralegal de la mujer. “La tenían atada de manos y tobillos”.
Beltrán Hernández permanece retenida en el centro Prairieland, en Alvarado, Texas; tiene 26 años, es madre de dos niños y su familia reside en Nueva York.
De acuerdo con las denuncias de la familia, la mujer sólo está recibiendo Tylenol, un analgésico para el dolor, por lo cual su vida está en peligro.
El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) descartó cualquier tipo de maltrato contra Beltrán Hernández.
“Como todos los detenidos bajo nuestro cuidado, la Sra. Beltrán continúa recibiendo atención médica de emergencia las 24 horas y a cualquier tratamiento especializado fuera de nuestras instalaciones”, notificó Dani Bennett, vocero de la institución. “ICE toma muy en serio la salud, seguridad y bienestar de quienes están a nuestro cargo”.
Los abogados de la mujer han solicitado libertad condicional humanitaria para su cliente, sobre quien ya pesaba una orden de detención y había pedido asilo para quedarse en territorio estadounidense.
A su vez, Amnistía Internacional inició una campaña para apoyar a Beltrán Hernández y su familia.
“ICE debiera dejarla en libertad al cuidado de su familia, pero hemos visto situaciones similares con anterioridad y no me sorprende con esta administración”, comentó Michelle Brané, directora de derechos de inmigrantes y el programa de justicia para Women’s Refugee Commission.
Este lunes 27 de febrero la mujer será evaluada por un especialista, para determinar su estado de salud.
El caso ha despertado protestas aisladas y reclamos a través de las redes sociales.
Conforme a los registros de ICE, Beltrán Hernández ingresó a Estados Unidos el 7 de noviembre de 2015 por un sector cercano a Hidalgo, Texas.
El pasado 26 de enero un juez ordenó su deportación, aunque sus abogados apelaron el caso, alegando que estaba escapando de violencia doméstica y otras amenazas.
Los abogados de la mujer están pidiendo libertad condicional “humanitaria” para Beltrán Hernández, quien se encuentra en el centro de Prairieland, en Alvarado, Texas.
No obstante, reconocen que el caso es muy complicado, pero al mismo tiempo indican que las autoridades migratorias tratan de manera especial estas situaciones.
“ICE debiera dejarla en libertad al cuidado de su familia, pero hemos visto situaciones similares con anterioridad y no me sorprende con esta administración”, explicó la directora de derechos de inmigrantes y el programa de justicia para Women’s Refugee Commission, Michelle Brené. en entrevista para El País.
Un portavoz de ICE indicó al diario español que este lunes 27 de febrero un nuevo médico determinará la salud de la mujer, en tanto Amnistía Internacional inició una campaña para apoyar a la afectada y su familia.
La salvadoreña fue detenida durante las redadas iniciadas después de que Donald Trump ordenara endurecer los operativos para acelerar la deportación de migrantes ilegales, aunque en su caso un juez había ordenado su deportación, pero estaba en proceso de apelación.
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