El instinto de Lucía no le falló y eso es lo que hoy la tiene contando a todos su historia para que no le vuelva a pasar a nadie. La joven pidió un Uber sin saber que algo raro estaría por vivir a bordo de esta unidad que habría de llevarla a su casa, ubicada en Ecatepec, en el Estado de México.
Eran las tres de la tarde… ¿Quién pensaría que a esa hora le pudiera ocurrir algo malo y más si estaba compartiendo el viaje con dos amigos a los que les envió la ruta a través de WhatsApp? Lo que salvó a Lucía de vivir quizá algo más aterrador, fue bajarse de un auto en movimiento que no respetó la ruta que la llevaría a casa.
¿Qué pasó?
A través de las redes sociales, Lucía viralizó la historia que vivió a bordo de un Uber. La joven contó que solicitó el servicio de Uber para ir a casa, cerca de las tres de la tarde. Corroboró que las placas fueran las mismas que le aparecían en la aplicación: NDF8970 y compartió su viaje con dos de sus contactos en WhatsApp, para mayor seguridad.
El conductor le preguntó si seguían la ruta marcada por la app o si tenía como opción otro camino. La ruta marcada era por la Vía Morelos, sin embargo el chofer, de nombre Gerardo, insistió en que tomaran la autopista México-Pachuca. Aunque ella se negó, el chofer tomó la ruta no marcada por la aplicación.
“Noté que no tenía el estabilizador de celular en el tablero, lo tenía en el asiento de copiloto y luego lo puso en su pierna. Yo veía que hacía movimiento de estar mensajeando. Me recorrí en medio para ver su celular, se molestó y lo ocultó. Cuando llegamos al entronque de Vía Morelos con la autopista México-Pachuca y no tomó la ruta recomendada, me alerté”, contó Lucía a El Universal.
Se lanzó del auto en movimiento
Cuando Lucía preguntó si el viaje no marcaba por otro lado, Gerardo le respondió que él iba siguiendo la ruta recomendada. En ese momento, a Lucía le llegó el mensaje de uno de los contactos con los que compartió su viaje, indicándole que el chofer ya había finalizado el viaje. Supuestamente ella había llegado a su destino, pero en realidad no era así. Ella seguía a bordo del Uber.
La llegada a la caseta de la México-Pachuca pudo haber salvado a Lucía. Ahí, Gerardo le pidió efectivo para pagar la caseta pues su TAG no funcionaba. “En ese momento pensé: si yo paso la autopista hay muchas salidas para todos lados. Decidí bajarme aunque en ningún momento se portó grosero, estuvo muy calmado y cuando le dije ‘aquí me bajo’, respondió que se orillaba, pero no se detenía, así que abrí la puerta y me bajé en la autopista mientras avanzaba. él aceleró, nunca paró”, relató la joven.
“Algo me decía que no estaba bien”, relata Lucía quien denunció a la aplicación el comportamiento del usuario, pero nunca le respondieron. “Aunque sea por sobrereaccionar, no están las cosas para decir todo está bien, no pasa nada y exponerte. Me bajé del Uber porque leí algo similar en Facebook. Vi un post parecido antes y es en lo que iba pensando mientras iba en camino y sentía mala vibra o incomodidad”, agregó Lucía quien llegó a casa tomando una combi, lugar en donde también se han registrado diversos asaltos a bordo del transporte público en el Estado de México.
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