México ha pagado millones de dólares por el servicio de empresas que brindan herramientas de ciberespionaje para seguir los pasos de sus ciudadanos a través de un teléfono celular.
Si de pronto te llegan mensajes con enlaces extraños que nunca habías recibido, o si tu iPhone solicita permitir acceso a tu ubicación con más frecuencia que antes, es probable que seas otra de las víctimas del espionaje del gobierno mexicano.
El diario The New York Times reveló que el gobierno mexicano pagó 15 millones de dólares para contratar el servicio de la empresa de ciberespionaje NSO Group, que instala software espía en tu iPhone.
Entonces deberías pensar en suspender por completo algunas de las cosas que haces con tu celular: dejar de mandar tantas notas de voz , cubrir tu cámara con cinta adhesiva y no dar clic a ningún enlace desconocido por más que llame tu atención.
¿CON QUÉ EMPRESA SE ALIÓ MÉXICO PARA ESPIAR A SUS CIUDADANOS?
La compañía que le brinda servicios de ciberespionaje al gobierno, NSO Group, está basada en Israel pero es controlada por EUA, una de las naciones que más se ha visto involucrada en el espionaje cibernético. Se fundó en 2010, financiada por las fuerzas armadas de Israel.
La empresa tiene la capacidad de controlar toda la actividad realizada a través de tu iPhone: encontrar ubicaciones y tener acceso a contactos personales si das tan sólo un clic a un vínculo que te envían.
El software que maneja la empresa es clasificado internacionalmente como unos de los más sofisticados que existen en el mercado.
El 10 de agosto, el activista y defensor de derechos humanos Ahmed Mansoor, presentó la denuncia ante las firmas de seguridad digital Citizen Lab y Lookout, la cual permitió que se descubrieran las actividades de la compañía hacker.
Él recibió mensajes con enlaces que prometían dar información sobre supuestas torturas en cárceles de Emiratos Árabes Unidos. Para capturar la atención de los objetivos, los vínculos enviados generalmente responden directamente a sus hábitos, gustos e intereses.
Al dar clic en estos, de inmediato se instala un software espía: el micrófono registra las conversaciones y vigila la ubicación. Por eso no sorprende que sea un software tan atractivo para naciones como México.
¿A QUIÉNES PRETENDÍA ESPIAR EL GOBIERNO MEXICANO?
Uno de los principales objetivos fue el periodista Rafael Cabrera, parte del equipo de investigación de Aristegui Noticias, el cual reveló los datos sobre la Casa Blanca de Enrique Peña Nieto hace poco más de un año. Como a todas las víctimas, le llegó un mensaje de UnoTV –servicio de noticias que Telcel brinda por mensajería–.
Los mensajes contenían información y vínculos que le competían directamente: afirmaban que los reporteros involucrados en la investigación de la Casa Blanca podrían ser detenidos. Citizen Lab, empresa de ciberseguridad, verificó los enlaces para confirmar que pertenecían a NSO Group y habían sido enviados por su software espía más popular: Pegasus.
Aunque Cabrera no cedió ante la tentación de dar clic, su caso levantó sospechas por tratarse precisamente de él, después de hacer investigaciones periodísticas que incomodaron al presidente Enrique Peña Nieto, uno de los objetivos del espionaje gubernamental.
Cabrera es el único objetivo detectado hasta ahora, pero seguramente hay más víctimas sin identificar, pues México también intercambió correos electrónicos con la compañía en los que planearon ejecutar dos proyectos más, que aún no se sabe con certeza en qué consisten (o consistirán).
¿ES LA PRIMERA VEZ QUE MÉXICO INTENTA ESPIAR?
El año pasado, la empresa Hacking Team, una compañía que pretende dar servicios de ciberseguridad pero que en realidad vende software malicioso y espía, fue hackeada. Los datos que pudieron recabarse, revelaron algunos de los gastos que han hecho los países que solicitaron sus servicios.
El que llevó la delantera en compras fue México: al menos 16 gobiernos estatales y dependencias federales pagaron alrededor de 100 millones de pesos entre 2011 y 2014.
La lista de los clientes mexicanos incluyó al Centro de Investigación y Seguridad Nacional (la versión de la CIA estadounidense), la Policía Federal y Petróleos Mexicanos.
El software que contrataron recibió el nombre de “Da Vinci” y se instala de la misma manera que Pegasus en los teléfonos celulares.
México repite sus intentos espías y vuelve a desembolsar millones de pesos a empresas de ciberespionaje para obtener información de sus ciudadanos. El gobierno los espía desde sus bolsillos y nadie parece estar a salvo de esta intrusión a la privacidad.
*Con información de: The New York Times, Animal Político, Sin Embargo.