Este 12 de junio se cumplen 50 años del histórico fallo que puso fin a las leyes antimestizaje que prohibía el matrimonio interracial en los Estados Unidos. El caso Loving contra el estado de Virginia de 1967 sentó los procedentes para que la Corte Suprema de ese país invalidara las reformas que literalmente castigaban las nupcias entre personas clasificadas como “blancas” con gente de “color”.
El amor no tiene color ni límites, estas fueron las semillas que sembraron Richard Perry y Mildred Jeter Loving, un hombre blanco y una mujer afroamericana tras observar los frutos de su batalla legal por buscar casarse en un pasado donde las legislaciones eran segregacionistas. El matrimonio Loving casi fue condenado a un año de prisión por realizar un trámite que no está permitido entre personas de distinto color.
Los jueces basaron esta decisión en la ley llamada “Integrity Act de 1924 o ley anti mestizaje” heredado en la época colonial y que tenía principal vigencia en los estados sureños. La batalla de los Loving fue la más grande victoria en favor del matrimonio interracial, e incluso ese caso sirvió para defender la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo en 2015 en los Estados Unidos.
Cada 12 de junio es conocido como “The Loving Day”, donde se da homenaje a la vida y batalla legal de Mildred y Richard. Ellos se conocieron muy jóvenes, ella tenía apenas 11 años y él 17. Después de años de ocultar su amor a la sociedad, Mildred quedó embarazada a los 18 años decidiendo que la mejor opción era casarse en Washington, donde estaba permitido el matrimonio entre personas de distintas razas, para después regresar a su hogar en Central Point, una comunidad rural al sur de Virginia, donde ese proceso estaba negado.
Fue el 11 de julio de 1958 cuando los Loving estaban durmiendo en su hogar. Una luz interrumpió su sueño y luna de miel, el sheriff de Central Point ingresó a la morada para preguntarle a Richard quién era la mujer de color con la que estaba en la cama, él respondió que era su esposa mostrando su reciente certificado de matrimonio sellado por un juez en la capital, pero la autoridad detalló que ese acto está prohibido en su territorio. La separación con grilletes fue inmediata.
Días después de haber pisado la cárcel declararon ante un juez sobre su falta. La máxima autoridad les dio dos opciones: pagar un año en la prisión por su falta o huir de Virginia y no volver en un lapso de 25 años. La opción fue la segunda, mudándose a una pequeña casa en Washington donde vieron nacer a sus tres hijos: Sidney, Peggy y Donald.
Para 1963, Mildred observó el movimiento del Dr. Martin Luther King y su lucha por la igualdad racial en el país. Esa inspiración le dio la fuerza para escribir una carta al fiscal general Robert F. Kennedy, explicando lo que sufrieron en Virginia.
El fiscal dio el papeleo a una de las organización de derechos civiles más importante de los Estados Unidos, la Unión para las Libertades Civiles de América (ACLU, en sus siglas en inglés). Los abogados de ACLU llevaron el caso ante Tribunal Supremo donde un 12 de junio de 1967 los jueces fallaron a favor de los Loving, aboliendo la ley antimestizaje que permanencia vigente en 16 de los 50 estados de la Unión Americana.
Su matrimonio pasó por un breve momento de gloria. Richard falleció en 1975 a causa de un accidente automovilístico provocado de un hombre en estado de ebriedad, en el impacto Mildred perdió el ojo derecho. Desde ese accidente ella permaneció en el anonimato hasta el 12 de junio del 2007, tras conceder una entrevista a Associated Press en el 40 aniversario de su victoria legal. Sus palabras fueron para apoyar el matrimonio entre personas del mismo sexo, y para recordar a su fallecido marido. Un año después, ella murió en su casa en Central Point, Virginia a causa de una pulmonía.
A 50 años de la legalización del matrimonio interracial, varias parejas dijeron que todavía existe un estigma en los Estados Unidos. El diario The Virginian Pilot charló con distintos matrimonios de diferentes razas quienes aseguraron que en pleno siglo XXI han recibido miradas desagradables, insultos y han sido violentados por sus compatriotas.
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