Dice Octavio Paz que en âel lenguaje, la unión de la palabra y la cosa, el nombre y lo nombrado, exigen la previa reconciliación (y dirÃa la contemplación) del hombre con el mundo que lo rodeaâ?. Tomando a los colores como un lenguaje no verbal, es en su mundo de tonalidades donde éste resulta una metáfora de la vida que sustenta las creencias y alimentan las esperanzas e ideales de los habitantes de algún lugar.
Los colores, además de despertar en nosotros sensaciones conscientes, resultado del estÃmulo luminoso a partir de la vista, han definido niveles socio-económicos a lo largo de la historia. Tonos difÃciles de conseguir y costear se han hecho presentes en el mundo del arte, como en âLa chica con la perlaâ? de Johannes Vermeer, donde el tono azul de la mascada fue el resultado de un minucioso trabajo de mezcla, pues era un color inexistente en 1665.
Este es sólo una de las historias que se encuentras detrás de los colores en el arte. La National Gallery de Londres expone la historia de la creación del color y su aplicación al arte en una muestra que reúne piedras preciosas y pigmentos naturales que han coloreado siglos de historia.
Making Colour (Creando colores) une los mundos del arte y de la ciencia para explicar de qué modo los artistas se impusieron a las dificultades técnicas que implica la creación de los colores. La investigación en este ámbito ha sido la especialización del Departamento CientÃfico de la pinacoteca del recinto.
Dividida en ocho salas dedicadas a los principales colores del cÃrculo cromático, la muestra ofrece además un recorrido por una selección de obras: pinturas y cerámicas procedentes de la propia galerÃa y otros préstamos, que son analizadas desde la perspectiva cromática y del estudio de sus materiales.
El inicio de la muestra lleva al siglo XVII y los discos con los que el cientÃfico Isaac Newton experimentaba en torno a la teorÃa de la luz y el color. Se trata de circunferencias con sectores coloreados en los siete tonos del arco iris (rojo, naranja, amarillo, verde, azul, añil y violeta).
El espacio dedicado al azul lo muestra como un color muy apreciado aunque escaso. Procedente de una piedra semipreciosa, su fuente más famosa se encuentra en Afganistán y es utilizado con frecuencia en las representaciones de vÃrgenes.
En otra sala se exponen las caracterÃsticas del verde, color que se encuentra con frecuencia en la naturaleza. También del amarillo, cuyo origen es el ocre o color tierra y ha sido utilizado desde la prehistoria. Y el púrpura, empleado en el arte para distinguir el lujo y la realeza.
El desarrollo continúa con la evolución del amarillo al brillante naranja y adquiere energÃa al llegar a los rojos, el antiguo bermellón, color favorito de los romanos y que se obtiene de insectos como las cochinillas.
La exposición se complementa con un experimento cientÃfico que introduce un nuevo ámbito del pensamiento contemporáneo sobre el color: la percepción humana del color y en qué grado varÃa según el individuo.
El experimento en iluminación y percepción está controlado por un ordenador y se presentará al lado de las galerÃas de la exposición en el Ala Sainsbury. Está diseñado para demostrar cómo percibimos y registramos el color, y para mostrar que el ojo y el cerebro responden al estÃmulo cromático de manera imprevisible.
Como cierre aparece una sala dedicada al oro y la plata, iluminada por el reflejo que desprenden los materiales de los tonos que desempeñaron un papel importante en el arte occidental especialmente desde el siglo XVI.
La muestra permanecerá abierta desde el 18 de junio hasta el 7 de septiembre en la céntrica plaza londinense de Trafalgar. Refleja con vÃdeos y textos la investigación sobre la evolución del color y su relación con los materiales sobre los que se proyecta y la iluminación que recibe.