Parece ser que el genio del Renacimiento Italiano, Leonardo da Vinci, en un inicio pintó esta célebre obra de la joven Cecilia Gallerani sin el animal en cuestión; el armiño. Este reciente descubrimiento ha sido posible gracias a L.A.M., una máquina capaz de sacar imágenes de 240 millones de pixeles, y el ingeniero francés Pacal Cotte ha sido el encargado en utilizarla para revelar este estudio.
La dama del armiño (1488-90), es un óleo sobre tela de 54,8 com de alto por 40,3 cm de ancho. Es después de la Gioconda (también conocida como Mona Lisa) uno de los retratos más famosos e importantes de Leonardo da Vinci.
Al estudiarla, el ingeniero francés ha descubierto que aunque la pose poco convencional con la mirada distraída y hacia un lado ha estado así desde su creación, el armiño, animal muy parecido al hurón, no figuraba dentro de la primera creación; es más, antes de él, da Vinci habría dibujado uno de menor tamaño incluso.
Armiño
La máquina ha hecho posible una observación tan minuciosa que delata el rastro de lo que hubiera sido una primera versión del armiño más pequeño y con una cola negra que queda ahora tapada bajo las capas de pintura.
“La hipótesis del experto es que fuera el duque Ludovico Sforza, de quien la quinceañera Gallerani fue amante, el que pidió a Leonardo una modificación del animal.”
“Mi interpretación es que entonces Leonardo convirtiera el armiño en un símbolo emblemático, como se hace con leones, dragones y salamandras. Lo agrandó y lo hizo más musculoso, poderoso, valiente”.
Referencias:
http://cultura.elpais.com/cultura/2014/09/12/actualidad/1410537254_894982.html