Un joven fue acribillado a balazos. Dos hombres lo persiguieron hasta alcanzarlo y terminar con su vida. El cuerpo quedó ahí, tirado a media banqueta. Cerca de ese lugar, habían ya asesinado a otras cuatro personas. A una de ellas, la desmembraron por completo. Ciudad Renacimiento, en Valle de la Sabana, en Acapulco, Guerrero, se convirtió poco a poco en un lugar idóneo para el crimen.

Pero las manos de la violencia no alcanzaron a Oliver Santos, quien desde los seis años vivió en Ciudad Renacimiento, que hoy es una de las colonias más violentas de todo Acapulco e incluso, del país. En lugar de eso, vio la oportunidad de salir de ahí rumbo a Cuernavaca, Morelos, en donde comenzó a estudiar ingeniería mecatrónica en el Tecnológico de Monterrey.

Su agilidad y capacidad lo llevaron hasta la NASA, donde participó en concursos de diseño y construcción de vehículos fuera de este planeta. Además, Oliver se ganó el derecho a cursar estancias de verano en el Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT, por sus siglas en inglés), uno de los más prestigiados del país.

Oliver Santos junto a más estudiantes del programa de becas del Tec. (Foto: El Heraldo)

Oliver Santos participó en el proyecto de la NASA Human Exploration Rover Challenge, donde diseñó y desarrolló un vehículo de explotación terrestre que ayudaba a saber cuál era el clima en Marte.

«El robot debía contar con un sistema de telemetría, el cual se encarga de detectar con un sensor el entorno hipotético al que se enfrenta un astronauta en un terreno como el de Marte», aseguró Oliver en entrevista para el Foro Consultivo Científico y Tecnológico.

Su sistema de telemetría fue reconocido por el Centro Espacial Marshall de la NASA. Entonces, el Tec decidió integrarlo a su programa Líderes del Mañana, que beca al 100 por ciento a estudiantes de excelencia, pero no sólo eso, también brinda la oportunidad de salir adelante a los jóvenes con contextos adversos y pasados violentos como Oliver.

«De ahí mi pasión por la electrónica, robótica y, en general, por la tecnología», afirmó Oliver, quien aprovechó para mandar un mensaje a su comunidad: «para sobresalir en un lugar así no es necesario dañar al prójimo, sino por el contrario, hacer algo que impacte positivamente a los demás».

Estudiantes que forman parte del programa “Líderes del mañana”. (Foto: Líderes del mañana)

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