Europa no es el único blanco del odio e intolerancia por parte de los grupos extremistas y las explosiones no sólo se dan en complejos del mundo occidental. Este martes, un coche bomba explotó frente a una heladería en Bagdad donde varias familias permanecían en el establecimiento. El saldo: 10 muertos y 40 heridos, de acuerdo con autoridades de la capital iraquí.
Las familias se reunían en el establecimiento después de celebrar el Ramadán (mes sagrado del Islam) donde los practicantes realizan ayunos desde el alba hasta que se pone el sol, cuando la explosión se registró.
Pocas horas después, otro coche bomba explotó en la zona centro de la ciudad que mató a una persona e hirió a otras seis, así lo reportó el coronel Ibrahim Mohammed, portavoz del Comando de Operaciones Conjuntas.
Los testigos describen una calle llena de sangre con partes de cuerpos humanas esparcidas por todo el suelo, mientras un niño sollozaba por el estruendo.
A través de Telegram, Twitter, y su canal comunicativo Amaq; el grupo extremista se adjudicó la responsabilidad de los ataques donde, aseguraron, los blancos principales eran grupos chiítas. El Ministro del Interior iraquí, Mohammad al-Araji declaró que los ataques después del Ramadán es una clara evidencia que esta organización yihadista no tiene piedad ni escrúpulos por familias, civiles, mujeres, niños o ancianos y que son capaces de utilizar cualquier medio de destrucción para asesinar, aún después de practicar una de las tradiciones musulmanas más añejas e importantes.
Desafortunadamente los coches bomba no son ajenos a la cotidianidad en Bagdad, ISIS se ha encargado de organizar varios ataques en la capital a lo largo de este 2017 al matar a decenas de civiles. El domingo se registró un ataque suicida asesinando a cuatro agentes que resguardaban un control de seguridad al noreste de la capital iraquí.
De ese ataque, otras 10 personas resultaron gravemente heridas, la policía local acusa permanentemente a ISIS de todas las agresiones a ciertos sectores de su población especialmente a los chiítas, cuando ésta no se adjudica la responsabilidad.
El conflicto entre ISIS y el Estado Iraquí se agudizó en 2014 cuando el grupo yihadista tomó la ciudad de Mosul, la segunda más importante de todo el país.
En octubre de 2016 el ejército iraquí inició una campaña para recuperar el último bastión retenido por el Estado Islámico, este sábado las fuerzas nacionales organizaron un operativo para liberar los últimos barrios bajo dominio yihadista al oeste de la ciudad. Por lo pronto Mosul no ha podido ser recuperada en su totalidad, pero lo que la presencia de ISIS es cada vez menor en el norte de Iraq.
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