El desierto de Wirikuta se encuentra en peligro por diversas concesiones otorgadas a empresas mineras canadienses durante el sexenio de Felipe Calderón. De llevarse a cabo los trabajos de explotación y perforación, más de 140 mil hectáreas declaradas reserva natural estarían en riesgo de desaparecer, junto a los lugares sagrados de la comunidad wixárika.
Wirikuta, “El corazón del mundo”, es el lugar donde los sistemas ancestrales intentan trascender más allá del escepticismo moderno y del conocimiento hodierno. Pero dentro de una pelea desigual por conseguir los beneficios de la naturaleza a través de su explotación, estos valores culturales están en peligro de extinción, pues desde 2010 este territorio está en riesgo de perder tanto su biodiversidad como su cultura.
Este conflicto disfrazado de la generación de empleos que las compañías mineras de Canadá prometen crear para los habitantes de Wirikuta es el que se aborda en el documental etnográfico Huicholes: los últimos guardianes del peyote. El proyecto, dirigido por el argentino Hernán Vilchez, evidencia la amenaza al territorio sagrado, al ecosistema y a esta cultura milenaria por parte de las trasnacionales y el gobierno mexicano quien puso en riesgo a esta “tierra santa” con políticas negligentes que limitan el desarrollo de este pueblo y prometen poner fin a este ecosistema único en el mundo.
El documental tuvo su estreno a nivel internacional el pasado 17 de mayo en Real de Catorce, San Luis Potosí; ahora podrá ser visto en el D.F. este sábado 24 de mayo, a las 20:00 horas, en el Monumento a la Madre, ubicado en Insurgentes y Sullivan, Del. Cuauhtémoc, en la última función gratuita de las cinco proyecciones en plazas públicas programadas en el país desde su estreno mundial. Después de mañana el documental circulará por las salas comerciales del país.
La proyección forma parte de las actividades de la Secretaría de Cultura del D.F. La entrada es libre.