El choque de un BMW que se destrozó en Reforma por exceso de velocidad y abuso de alcohol podría traer cambios para todos los capitalinos, al abrir la posibilidad de que el horario del alcoholímetro se acabara hasta las 7:30 horas.Su operación actual concluye entre las 5:30 y 6:00 horas, incluso antes, que para la asambleísta Rebeca Peralta permite a la gente tener un margen de tolerancia para aún conducir en estado de ebriedad.Por ello presentó en la Asamblea Legislativa un punto de acuerdo en el pleno, donde además exhortó a la Policía capitalina extender las horas del programa Conduce sin Alcohol, a fin de prevenir accidentes viales.
Este programa tiene 13 años funcionando y permitió disminuir un 30 por ciento la mortalidad en los accidentes viales asociados al consumo de alcohol. También le atribuyen reducir en 78 por ciento los choques relacionados con alcohol.A la fecha, en 150 ciudades de 25 estados de México hay protocolos similares a los de la Ciudad de México para poner en marcha una especie de alcoholímetro.La diputada destacó que es un programa exitoso y que salva vidas, pero que faltan medidas más estrictas, pese a que en febrero pasado los diputados federales aprobaron subir las penas a quien maneje ebrio, drogado o texteando.
El castigo será de hasta tres años de prisión y 300 días de multa para los conductores que provoquen accidentes bajo esas tres condiciones, así como mientras usan teléfonos celulares sin manos libres.También hubo ajustes al artículo 171, al subir de seis meses a uno y hasta tres años la pena de prisión, con sanciones de cien hasta 300 días de salario mínimo por violar la ley de tránsito.En México fallecen más de 24 mil personas al año relacionadas con accidentes, donde 40 mil sufren discapacidad permanente y más de 750 mil lesiones de bastante gravedad. En el mundo, se calcula que 1.2 millones de personas mueren cada año por accidentes de tránsito.Otro pendiente de la Asamblea Legislativa es que pedirán a la Policía capitalina un reporte sobre la estrategia con que van a combatir los robos o asaltos a automovilistas, ante el repunte de este delito pese a las cámaras de seguridad de alta tecnología con que se cuenta.