El narciso millennial se miraba diario en su celular para tomarse una selfie tras otra y luego otra más; su belleza era incomparable en la Grecia moderna, trabada por las incansables manifestaciones contra la austeridad gubernamental, pero la hermosura del hombre en su Instagram provocaba que muchas se le acercaran para aumentar su ego a través de una fotografía.

Allí estaba Eco, una adolescente tímida enamorada de su ídolo en las redes sociales, viéndolo a la distancia sin poder expresarle su amor.
El celular del galante hombre se apaga por la falta de batería, y éste necesitaba tomarse una fotografía; pedía ayuda para observarse, cuando Eco salió de entre los arbustos con los brazos abiertos pero fue rápidamente rechazada.

Tan adolorida, se ocultó hasta que su depresión la consumiera. La noticia se volvió viral, provocando que la venganza se viralilizara contra el Narciso Moderno, quien se amaba tanto así mismo pero sin seguidores, terminó ahogado… en alcohol.

Esta podría ser una historia basada en la mitología griega aplicada al siglo XXI, donde las redes sociales elevan el autoestima de los hombres y la búsqueda de la belleza provoca disfunciones interpersonales, pero no la muerte como fue en la antigua historia de Narciso.
La ciencia nos reveló que los caballeros son más vanidosos y narcisistas que las mujeres.

El estudio fue realizado por la Dra. Emily Grijalva de la Universidad de Búfalo en Nueva York, Estados Unidos.

Durante tres décadas, al menos 475 mil voluntarios fueron sometidos a distintas entrevistas que arrojaron información determinante para afirmar que sí: los hombres son narcisistas por excelencia.

Los principales aspectos que revelaron ello es que tienden a buscar el liderazgo, son exhibicionistas y sienten tener el derecho a hacer o decir cosas a los demás.

El estudio que fue publicado por la revista Psychological Bulletin, presenta los 31 años de investigación de Grijalva junto a su equipo, donde la investigación indica que los caballeros en sus respuestas fueron más narcisistas a través de múltiples generaciones y con independencia de la edad.

Emily Grijalva escribe en el artículo que “el narcisismo se asocia con la incapacidad de tener relaciones saludables a largo plazo, un comportamiento poco ético y la agresión”.

La docente en la Escuela de Administración de la Universidad de Búfalo también expresó que “el narcisismo aumenta la autoestima, la estabilidad emocional y la tendencia a emerger como líder. Mediante el examen de las diferencias de género en el narcisismo, se pudo explicar las disparidades entre hombres y mujeres con resultados importantes”.

Grijalva dijo que “en comparación con las mujeres, los hombres muestran más agresividad y el deseo de poder, sin embargo, no hubo diferencia en el aspecto de exhibicionismo, lo que significa que ambos sexos son iguales de propensos a mostrar vanidad”.

Los exámenes se realizaron entre 1990 hasta 2013, en ese lapso de tiempo, los investigadores no encontraron ninguna evidencia de que uno u otro sexo se volvió más narcisista con el tiempo.

Finalmente, los investigadores pretenden a futuro examinar a fondo los factores sociales, culturales o biológicos que contribuyan a estar diferencias entre géneros.

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