Para Hacienda todo está en la mente. Los efectos de la depreciación del peso frente al dólar no modificarán los ingresos de las familias mexicanas, las afectaciones sólo serán psicológicas.
El pasado lunes, el dólar alcanzó un máximo histórico de 20 pesos, lo que desató especulaciones; análisis y declaraciones de expertos en Economía y Finanzas para (intentar) explicar el impacto que tendría en los bolsillos mexicanos.
Miles de ciudadanos compran ciertos productos o piden les envíen de todas partes del mundo aquellos artículos que todavía no encontramos en el país y cuyo precio está en dólares.
Entonces no requiere mucha lógica hacer esa correspondencia: si aumenta el valor de la moneda norteamericana, de inmediato lo que compremos nos costará más aunque no se modifique su precio original. A menos de que tengamos todos nuestros ahorros en dólares.
No obstante, Luis Madrazo, titular de Planeación Económica de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), considera que el hecho de que debamos pagar tanto por un billete verde es un tema psicológico en México.
Durante una entrevista con Marco Mario Beteta, Madrazo afirmó que la depreciación del peso frente al dólar sólo afecta psicológicamente, ya que durante varias décadas estuvo asociado a un mal desempeño de la Economía.
“No se relaciona con el poder adquisitivo si se toma en cuenta el promedio a nivel nacional”, sentenció. No obstante, si hablamos de cifras y promedios nacionales, hay que recordar que casi 10 millones de personas reciben el salario mínimo que apenas supera los 70 pesos. Es decir que les alcanza únicamente para tres dólares.
Aunado a esto, hoy casi un millón menos de trabajadores reciben sueldos altos (5 salarios mínimos) en comparación con el 2014.
Incluso, Madrazo dio buenas noticias: en lo que va del sexenio, la moneda nacional se ha depreciado únicamente 50.8 %, además de que hoy contamos con reservas internacionales suficientes para garantizar la “liquidez” del país.
Desde hace 20 años contamos con un régimen de tipo de cambio flexible, lo que permite “amortiguar los toques externos”.
Sin embargo, algunos medios especializados en economía no estarían de acuerdo con sus aseveraciones, ya que la depreciación es sólo un punto más que se suma a la enorme lista de los factores que mantienen a México en una crisis económica.
Por citar un ejemplo, la revista Forbes considera que no habíamos vivido una situación económica y financiera de esta manera desde la crisis global del 2008. Debemos enfrentar no sólo la caída de los precios del petróleo, sino también la influencia directa que tienen las contiendas electorales de EUA (pues Trump ha advertido que de ganar, transformará el Tratado de Libre Comercio) y el estancamiento del Producto Interno Bruto.
Pero todo esto no parece importar tanto. El secretario de Hacienda y Crédito Público también aseguró que debemos “estar tranquilos”, pues la economía mexicana sí genera empleos (no importa si son informales).
*Con información de: Animal Político, Forbes.