En los días de estudiante –si eres de la maravillosa generación millennial– te habrás percatado de una palabra que le fascina y conmueve a todo tipo de personalidades, desde políticos hasta maestros: competencia. Tal palabra –según la RAE– significa: “Disputa o contienda entre dos o más personas”; sin embargo, para el sistema educativo mexicano es ser más apto, estar preparado y listo en cada una de las exigencias que el mercado laboral dicte, pues no competimos contra alguien, sino con nosotros mismos.
Como una especie de praxis filosófica fuimos expuestos a explorar y mejorar cada una de nuestras habilidades. Nos prometieron que si eras bueno en el dibujo, el deporte, los números o la gramática podrías trascender a un mundo nuevo: el diseño, el atletismo, las ciencias exactas, las sociales o la literatura. Todo como una especie de plan donde las siete inteligencias de Howard Gardner se vieran involucradas y tu serías el conductor, el protagonista de la historia.
Lamentablemente no todo fue un mundo perfecto y aunque algunos encontraron el camino en el sistema escolar, otros echaron a volar su imaginación fuera de las instituciones. Al final, como haya sido, la luz al final del túnel apuntaba a algo muy diferente: la ardua competencia laboral.
Te enfrentas a miles de aspirantes que están menos, igual o mejor preparados que tú, te juegas la vida en una entrevista y el momento que vives es el cambio; la revolución del mercado donde los aspirantes tiritan entre la tecnología y la creatividad. Somos parte de la llamada “Cuarta Revolución Industrial”, aquella donde la inteligencia artificial se hace presente y que exige líderes en lugar de empleados. Por eso, éstas son las características que deben vislumbrarse en tu currículum de cara al 2020, según el Foro Económico Mundial, pero, ¿por qué no comenzar ahora mismo y vencer a todos?
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Resolución de problemas
Hoy se presentan infinidad de situaciones y ser multitask es un requisito primordial, estar en dos, tres o cuatro cosas a la vez es una característica que debes desarrollar para ser aquel líder que el mundo laboral exija. Vale más una persona enfocada en la soluciones que en dictar problemas.
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Pensamiento crítico
Leer es indispensable, así como conocer teorías o pensamientos que van en contra tuya, aumentan la agilidad de comprender a las personas y por ende, tomar mejores decisiones. Siempre hay momento para reflexionar acerca de lo que pasa en el mundo para entender mejor nuestro entorno.
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Creatividad
Generar ideas es aquel toque especial, siempre hay que saber en qué momento proponer y encausar nuevas prácticas. No vas a llegar a cambiar una empresa, pero sí le darás un toque fresco: quebrarás lo que está establecido a partir de argumentos sólidos y que conducen al éxito.
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Manejo de personas
“Odiar a todos” o despreciar a quien no lo merece ya no aplica aquí ni tampoco las viejas disputas de oficina para ver quién es el mejor. Si quieres ser un líder en lo que haces debes manejar a las personas, controlar el temperamento y exhalar aun cuando el ambiente es caótico. Trabajar en equipo es la clave.
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Coordinación con los demás
Con relación a lo anterior, es esencial colaborar con los demás, pero no sirve de nada juntarse y al final hacer un trabajo que pudo haber sido mejor. El siguiente paso es alcanzar metas cada vez más imposibles de lograr y al final verlas a tus pies junto con tu equipo. Crecer juntos para ser exitosos.
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Inteligencia emocional
La inteligencia emocional no se trata de convertirse en una persona fría y calculadora. La simpleza de tener en mente que nada es personal te puede llevar a encontrar un trabajo donde puedas ser juzgado y criticado sin sentirte ofendido. Aquí, ser autocrítico es la clave.
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Juicio y toma de decisiones
Siempre vas a tomar malas decisiones, te vas a arrepentir y al final resolverás cada uno de los problemas en cuestión. Lo importante aquí es capturar la enseñanza que te deje esa experiencia y cambiar tu conducta, mejorarla y saber que el mundo no se acaba cada vez que tomas un rumbo.
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Orientación de servicio
Saber apreciar tu trabajo y comunicárselo a tu jefe sin ser adulador es tener en cuenta que puedes ser servicial. Las personas positivas y con actitud suelen intentar aportar nuevas cosas con su creatividad y esto se refleja en su trato con las personas, ya sean clientes o compañeros.
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Negociación
Atención especial a este rubro, te puede servir para conseguir un buen trabajo o instaurarte en una mejor posición dentro de la empresa. Recuerda que la sinergia es la parte fundamental aquí, es decir, ambas partes ganan y debes exponer qué quieres, pero también qué ofreces.
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Flexibilidad cognitiva
La flexibilidad cognitiva se traduce en una sola cosa: adaptarse. Los escenarios que se presentan en la vida laboral son muchos y algunos son inesperados, por eso debes estar preparado para cualquier cosa, alzar la cara y encontrar la solución.
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Las anteriores características fueron brindadas por expertos del Foro Económico Mundial y quizás no sean los portadores de la verdad absoluta, pero sí aquellos líderes que todos buscamos ser algún día. Si no tienes alguna de éstas –posees sólo tres, cuatro o cinco–, no te abrumes porque más allá del conocimiento que tengas ahora, existe un universo que te espera: el futuro. Así que afina cada uno de los aspectos para lograr el éxito mientras eres joven, no hay límite ni caída, tú la marcas. No hay que esperar hasta el 2020 para dominar tus fortalezas y debilidades.
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