Las grandes potencias mundiales consideran que los conflictos del futuro se librarán en el terreno digital, pero no por eso las consecuencias en el mundo físico dejarán de existir. Los protagonistas del próximo conflicto bélico serán, según algunos expertos, los hackers.
El desarrollo y crecimiento exponencial de las nuevas tecnologías ha permitido que los estados más poderosos usen estas herramientas para fines militares y de espionaje.
De hecho, el momento más tenso entre Rusia y Estados Unidos no fue debido a la Guerra de Siria ni por el dominio de alguna región en el mundo, sino por la amenaza de hackeo del gobierno de Vladimir Putin.
La Casa Blanca lo acusó de ser el responsable de la filtración de millones de documentos privados pertenecientes al Partido Demócrata y de intentar entrometerse con el proceso democrático norteamericano.
Las autoridades rusas, que en un principio negaron haber participado, cambiaron la versión oficial y dejaron de comentar sobre el tema, sin negar ni confirmar las acusaciones.
*Fuente: Stockinchange.com
De hecho, en las vísperas de las elecciones del pasado martes, una filtración de una de las agencias de inteligencia de los Estados Unidos “amenazó” al gobierno ruso de que si intentaban hackear las casillas electrónicas, el gobierno estadounidense atacaría los sistemas del gobierno ruso.
Este tipo de confrontaciones y retórica no son en vano. Ambos países han librado una especie de “Guerra Fría del siglo XXI” en la cual los únicos ataque son digitales.
Esto podría ser un indicador de que los conflictos bélicos podrían desarrollarse de manera diferente a como los conocemos tradicionalmente. En lugar de una batalla “física”, los protagonistas de una eventual guerra atacarían a sus rivales a través de la infección de sus telecomunicaciones.
Pero los gobiernos no tienen el monopolio de estas sofisticadas “armas de guerra”. El mundo digital está lleno de personajes anónimos que tienen sus propias reglas y responden a distintos intereses. Y a veces estos personajes se unen bajo una misma bandera.
Este tipo de mercenarios digitales han aprovechado su profundo conocimiento de la red para llamar la atención del mundo y demostrar la fragilidad de las comunicaciones internacionales.
Esto significa que, además de los clásicos grupos sustentados por el gobierno, este tipo de “organizaciones” serán también uno de los actores principales en los conflictos futuros.
En semanas pasadas, demostraron que la protección de las “zonas seguras” del internet no lo eran tanto. La caída del sistema de varias empresas importantes (incluidos Google, Spotify, Twitter y otras), a manos de un grupo desconocido, dejó entrever que hay y habrá más ataques.
El campo de batalla de la tercera guerra mundial podrían ser las pantallas de las computadoras y sus soldados, los hackers a sueldo del mejor postor.
*Con información de: The Economist, Obamaworld.es, Wired.