Nominado al deshonroso récord de la persona más corrupta del mundo, prófugo desde octubre del año pasado y un acumulado de acusaciones por desvío de miles de millones de recursos públicos, el exgobernador Javier Duarte cedió un poco de su protagonismo a su esposa.
Karime Macías Tubilla apareció este miércoles en la primera plana del diario Reforma porque en tan sólo 13 meses gastó más de 8 millones de pesos en joyas, estancias en hoteles de lujo y compra de ropa en almacenes exclusivos de Estados Unidos, así como México y Brasil.Los pagos se realizaron con una tarjeta de crédito adicional, cuenta de la que era titular Moisés Mansur Cysneiros, personaje señalado como prestanombres y lavador de dinero de Javier Duarte.
El periódico tuvo acceso a estados de cuenta del periodo de diciembre de 2010 a enero de 2012, donde Macías Tubilla ocupó “la poderosa” por 511 mil 740 dólares en Estados Unidos.
Pero la esposa del veracruzano también apoyó a la economía mexicana, al gastar un millón 27 mil pesos y como pilón, 51 mil pesos en una joyería de Sío Paulo, en Brasil. Su promedio de gasto diario en esos 13 meses fue de 675 mil pesos. La cifra excede en nueve veces el salario que tenía Duarte de Ochoa como gobernador de Veracruz, por 74 mil 938 pesos mensuales.Por si no lo recordabas, Mansur Cysneiros es uno de los mejores amigos de Javier Duarte desde la juventud, amistad que correspondió con nombrarlo su heredero en un testamento que data de septiembre de 2006.La firma del documento se encuentra en una notaria de Huixquilucan, Estado de México, que da cuenta que al exgobernador su amigo no lo dejará desamparado con un edificio en las Lomas de Chapultepec, una oficina en Polanco y hasta un local en Plaza Centro, en la calle de Presidente Masaryk.
Pero regresemos a los gustos de Karime Macías, quien por ejemplo, en un día de derroche gastó más de un millón y medio de pesos en Bergdorf Goodman, considerado el almacén más exclusivo de Nueva York.
Otros lugares que se beneficiaron de la esposa del veracruzano fueron el hotel The Peninsula, en Nueva York; el centro comercial The Galleria, en Houston, o la tienda departamental Neiman Marcus, entre muchas otras.
Además, recurría a la renta de limosinas —ni modo que llegara en taxi o caminando—, por las que pagaba con su tarjeta platino 8 mil dólares. ¡Vaya que le funcionó el mantra de “merezco abundancia” en su diario!
Las autoridades mexicanas ofrecen una recompensa de 15 millones de pesos por información que ayude a localizar a Javier Duarte, cantidad que no se acerca en mucho a todo el dinero de los veracruzanos del que no se sabe, aunque se sospecha, a dónde fue a parar.
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