Las autoridades iraquíes, junto con los altos mandos de las fuerzas armadas, anunciaron el día de hoy que se recuperó el símbolo histórico y de toma en la ciudad de Mosul, la mezquita central que fuera proclamada como centro del califato de ISIS en el país fue arrebatada de los yihadistas por el ejército iraquí y ahora se reduce a escombros por el constante azote bélico al centro de la ciudad.
Es sólo cuestión de días para que la ciudad sea liberada completamente del dominio extremista, autoridades militares cantan la maniobra de recuperación como una victoria irreversible para los yihadistas, la cuestión es: ¿qué será de la presencia de ISIS al norte de Irak?
Haider al-Abadi, primer ministro iraquí, aseguró a la prensa internacional que ‘el fin del estado de falsedad’ de ISIS llegó a su fin, mientras que el comunicado militar decía: ”Las fuerzas antiterroristas tomaron en su totalidad el control de la mezquita Al Nuri, las operaciones de limpieza yihadista, siguen”.
El hecho de recuperar la casi milenaria mezquita, representa un triunfo simbólico y más desde que el líder de ISIS, Abu Bakr al-Baghdadi, lo proclamó como centro del califato de los extremistas y de un imaginario territorio yihadista sin fronteras donde todos los musulmanes le debían obediencia y sumisión.
La toma de ISIS de la ciudad no sólo se debe a la maniobra milita. La corrupción, el hartazgo social por su gobierno y la ausencia institucional, abrieron la brecha para que el califato del grupo terrorista se impregnara con mayor facilidad en la ciudad poniendo en jaque a Bagdad.
Durante la fuerte ocupación extremista en Irak, la comunidad internacional apoyó al gobierno central para desarticular a la banda islámica, las fuerzas armadas recibieron apoyo en armamento y en inteligencia militar por parte de EUA, lo que logró revertir lentamente el avance de ISIS al norte del país. La batalla por Mosul se libró hace 8 meses. El objetivo principal era recuperar Al Nuri, sitio donde las huestes islámicas colocaron su bandera.
Aún está en puerta la misión de rescate a civiles: se cree que unos 50 mil civiles aún están atrapados en el sector nororiental de la ciudad, donde aún hay presencia yihadista. El gobierno iraquí teme que sean asesinados por el fanatismo y poca piedad que manifiestan las milicias de ISIS.
De acuerdo con sobrevivientes de Mosul, los extremistas utilizan a los civiles como escudos humanos, asesinan a los que intentan escapar y llenan de explosivos las zonas concurrentes de milicia iraquí o civil.
¿Qué sigue? Tras la inminente recuperación de Mosul, al ejército de liberación iraquí sólo le falta recuperar la ciudad de Al Raqa y sus alrededores, bastión que ya está siendo disputada gracias a las milicias kurdas apoyadas por EUA, así que la recuperación territorial es cuestión de tiempo. El problema a futuro radica en el tema político que necesita restar el atractivo ideológico de la supremacía islámica, mismo problema que se vive en Siria.
Pero la vulnerabilidad de ISIS es evidente, su derrota en Mosul representa una endeble organización interna y una dispersión de sus cédulas en Irak, tras el bombardeo ruso en sus redes de comunicación y la incógnita del paradero de al-Baghdadi, el único frente que mantienen con ventaja es Filipinas mientras progresivamente pierde poder en Medio Oriente.
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