Doria L. Gálvez tiene 44 años y vive en Guadalajara de Buga, municipio ubicado en el Valle del Cauca en el oeste de Colombia. Esta semana fue encontrada por uno de sus hijos con heridas graves en un domicilio de esa localidad.
La brutalidad de la agresión generó revuelo en todo el país y a lo largo de Latinoamérica, una de las regiones en donde la violencia contra las mujeres es un problema creciente.
Múltiples traumas en todo el cuerpo y en el cráneo, quemaduras de primer y segundo grado fueron algunas de las heridas que Gálvez sufrió durante el ataque. Su respuesta neurológica fue “pobre” y presentó “estigma de abuso sexual”, de acuerdo con un comunicado del hospital al cual fue trasladada. Después de someterla a más de 4 cirugías, los médicos decidieron inducirle al coma, debido a los daños cerebrales y pulmonares.
La señora trabajó el domingo anterior en la casa de una conocida para ganar dinero extra, según sus familiares. Una de las hermanas de la víctima dijo a medios locales que Gálvez fue “empalada y quemada”, además de haber sido violada.
La Fiscalía de Colombia ofreció a Gálvez una “protección especial”, así como un dispositivo de seguridad para sus familiares, ya que los funcionarios “temen por sus vidas”, según Julián Latorre, el alcalde de Buga.
La gobernadora del estado, Dilian Toro, ofreció una recompensa de casi 6 mil 300 dólares a quien ofrezca información sobre el atacante.
A lo largo del 2016, según el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Colombia, reportó más de 38 mil 100 casos de violencia de pareja. El Valle del Cauca registró un aumento del 9 por ciento de casos violentos respecto a 2015.
A pesar de que en Colombia ya existe una ley contra los feminicidios que entró en vigor este año, las autoridades no han podido revertir la situación en el país. Según un informe de la Comisión Económica para América Latina (Cepal), desde 2014, se han registrado 140 feminicidios y en la región han muerto más de mil 900 mujeres, sin contar a México.
El caso mexicano resulta uno de los más preocupantes en el planeta ya que la nación se ubicó en primer lugar a nivel mundial en abuso sexual, violencia física y homicidios de menores de 14 años durante 2014, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Una encuesta de la oficina de estadística del país, (INEGI) reveló que siete de cada diez mujeres mexicanas entre 30 y 29 años han sufrido algún tipo de violencia o abuso.
Según el Observatorio Ciudadano Nacional de Feminicidios, más de mil 250 mujeres y niñas han sido reportadas como desaparecidas en Estado de México, vecino de la capital mexicana, entre 2011 y 2012. Más de la mitad de los casos son jóvenes de entre 17 y 19 años.
En Argentina se cometieron 286 feminicidios en 2015, a razón de uno cada 30 horas, según la Organización No Gubernamental Casa del Encuentro. Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), se registraron casi 100 mil casos de violencia de género en 2016.
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