Miles de personas en todo el mundo aman ir a un concierto, viven y disfrutan cada momento desde el ahorrar para el boleto, hasta las largas filas, todo con tal de ver a su artista favorito. Ya en el espectáculo es normal gritar hasta quedarse afónico, pero ¿se imaginan que por un grito de euforia colapsen tus pulmones?
Esto le ocurrió a una joven hace dos años en un concierto de la banda británica One Direction. Aunque el suceso ocurrió en 2015, hasta ahora el caso ha salido a la luz como un estudio de interés para los profesionales de la medicina de emergencia.
Todo pasó cuando la banda visitó Dallas, Estados Unidos y Andrea supo de la oportunidad de escuchar a su grupo favorito. Apenas tenía 16 años, por lo que tuvo que acudir con su mamá para que le comprara el boleto a cambio de labores. Andrea pudo ganarse el ansiado ticket y cuando llegó el día del concierto todo era espectacular, se pasó todo el concierto gritando y cantando como miles de chicas y chicos de su edad que estaban en el lugar.
*Foto: Publimetro
Aunque la noche terminó de maravilla, a la mañana siguiente algo fue muy mal. Andrea empezó a tener dificultades para respirar y en el transcurso de las horas la sensación de insuficiencia respiratoria iba empeorando, por lo que sus padres decidieron llevarla al hospital.
Los doctores revisaron de pies a cabeza a Andrea, quien no sentía ningún dolor, sólo era la falta de aire. Los padres le cuentan al médico que Andrea nunca había tenido algún problema respiratorio o pulmonar, ni siquiera una simple bronquitis.
Todo parecía extraño hasta que llegó el examen físico. El doctor logró encontrar crepitus o crépito, una señal de la presencia de aire en los tejidos subcutáneos que no debería estar ahí.
Una radiografía posterior confirmó el diagnóstico y también mostró que ambos pulmones parecían estar colapsados. Ya con esa información, los doctores le aseguran a Andrea que había sufrido tres cosas: un eumotórax (la entrada de aire en el espacio interpleural), neumomediastino (entrada de aire en el mediastino) y enfisema retrofaríngeo (presencia de aire en el espacio prevertebral, extendiéndose desde la base del cráneo hasta la cuarta vértebra torácica).
*Foto: Star Media
Aunque los doctores ya tenían el diagnostico, comenzaron a sorprenderse porque ninguna de las causas comunes encajaba con Andrea. Sólo había una explicación coherente: en algún lugar del tracto respiratorio de Andrea existe un pequeño agujero que se abre cuando se aplica suficiente fuerza y se cierra inmediatamente después.
Esta fuerza se dio la noche anterior cuando Andrea gritó a todo volumen en el concierto de One Direction. Para su suerte, esta condición no puso en peligro su vida por lo que la joven pudo regresar a casa después de unos días en observación, pero su caso ha quedado documentado para la medicina pues antes de ella, solo existía un único caso previo documentado de una persona que acabó con aire alojado en su cuello de forma espontánea.
Con nuevos datos de esta condición médica, los doctores pudieron hacer un informe y publicarlo para que se pueda tener en cuenta esa condición en más personas que la padezcan.
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